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Renta variable

Los inversores extranjeros poseen el 40% de las compañías españolas cotizadas

La participación de las familias repunta, mientras el sector financiero la reduce a mínimos históricos

Al parecer España no es tan peligrosa para los inversores como parecía. Por lo menos esto se desprende del último informe publicado por el Servicio de Estudios de Bolsas y Mercados Españoles (BME), según el cual los inversores extranjeros han incrementado su participación en valores de compañías nacionales cotizadas. A cierre de 2009, un 40% de las mismas ya está en manos de japoneses, arabes y otros países. Aunque no hay que dejarse confundir, durante la recesión este porcentaje ha continuado en crecimiento. De hecho, ha sido 2006 ( un año antes de que se hablase de crisis) el único año en que este dato ha caído respecto al ejercicio anterior.

Las razones de esta fuerte presencia extranjera son variadas, pero todo apunta a que las necesidades acuciantes de liquidez y capital de algunas compañías han sido aprovechadas por estos inversores para reforzar su presencia en un accionariado, que en muchos casos ya llevaba tiempo oyendo otros idiomas diferentes al castellano.

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La presencia de bancos, cajas y demás entidades presentes en el sector financiero ( entre las que se incluyen compañías de seguros y fondos de inversión colectiva), han reducido su participación hasta el 12,6%. Un valor que no se conocía en toda la historia del estudio que se realiza desde el año 1992 y que tuvo su nivel más bajo en 2000 con un 14,4%. En el lado contrario de la balanza estan las familias, que han ganado un punto porcentual y ya se sitúan en un 21,1%, valores cada vez más cercanos a los tiempos anteriores a la crisis.

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