Una lista negra para impulsar la reforma financiera
El Consejo de Estabilidad plantea que quede constancia de los países que no asuman las nuevas normas
Si el G-20 estrenaba en Toronto la etiqueta de "principal foro para cooperación económica internacional" que se atribuyó hace nueve meses en la cumbre de Pittsburgh, el Consejo de Estabilidad Financiera, designado para guiar la reforma financiera, presentaba su segundo informe a los líderes de los países ricos y emergentes. El documento, distribuido por el organismo que aúna a bancos centrales, reguladores, autoridades nacionales y asociaciones internacionales de supervisión, es un repaso de los asuntos pendientes, que deben resolverse en la cumbre de Corea del Sur, dentro de cinco meses.
El Consejo de Estabilidad Financiera, que coordina el presidente del Banco de Italia, Mario Draghi, destaca que Estados Unidos y Europa, que concentran las plazas financieras más importantes, donde se originó la crisis, han hecho los deberes en el desarrollo de normas para reforzar el control de los riesgos del sistema financiero, y para extender ese control a los hedge funds, las agencias de calificación y las operaciones con derivados que se hacían fuera de mercados regulados. Pero, al mismo tiempo, advierte de que aún hay serias dificultades para armonizar las normas contables a ambos lados del Atlántico, echa en falta más poderes para los supervisores y plantea incluso la publicación de una lista negra a finales de este año para evidenciar qué países no cumplen los nuevos estándares internacionales.
Las exigencias de capital a los bancos, graduales
El Consejo de Estabilidad asegura que el comité de Basilea, que integra a los banqueros centrales, avanza en sus trabajos para establecer nuevos requerimientos a la banca "que elevarán la consistencia, calidad, cantidad y transparencia" de su base de capital. El comité de Basilea presentará conclusiones en un mes, aunque su adopción se condiciona al visto bueno de la cumbre coreana. Según el informe del Consejo, se definirá un ratio máximo de endeudamiento, se establecerán procedimientos para constituir colchones de liquidez y provisiones anticíclicas, y se definirá también un mínimo global de liquidez a medio plazo, una medida que la banca rechaza de plano. "Se diseñarán acuerdos para una aplicación progresiva para evitar dañar la recuperación económica", asume el Consejo.
Más poderes para los supervisores
El Consejo de Estabilidad advierte de que está estudiando "potenciales reformas" para reducir el impacto de una gestión demasiado arriesgada de las grandes entidades financieras con intereses en varios países, ahora controladas por más de 30 colegios de supervisores. El Consejo cree que se podrían aplicar "recargos" en las exigencias de capital y colchones de liquidez a estos gigantes , e incluso "debatir los pasos para limitar su tamaño". Pero advierte también que "no todos los supervisores nacionales tienen el mandato, la independencia y los recursos suficientes para controlar de forma intensiva las actividades de estos bancos".
La adopción de nuevas normas, en vigilancia
Una de las nuevas funciones del Consejo de Estabilidad Financiera es completar los programas de análisis del sector financiero, que el FMI y el Banco Mundial realizan a los países miembros de estas instituciones. Precisamente, la resistencia de EE UU a someterse al escrutinio de los organismos internacionales (no se comprometió hasta finales de 2008) se cita reiteradamente como una de las debilidades del sistema antes de la crisis. Los informes del Consejo clarifican si los países están adaptando las nuevas normas internacionales al ritmo apropiado. España, Italia y México pasarán este examen pormenorizado este año, pero el Consejo de Estabilidad está dispuesto a publicar una lista negra con los nombres de los países (y plazas financieras) que no asuman los avances de la reforma financiera.
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