El principal sindicato italiano llama a la huelga general el 25 de junio
El comité directivo de la CGIL (siglas italianas para Confederación General Italiana de Trabajadores) ha llamado hoy a sus afiliados a la huelga general para el 25 de junio. Los trabajadores privados son convocados a un paro de cuatro horas, mientras la huelga de los empleados públicos durará 24 horas.
La huelga ha sido aprobada por unanimidad contra el ajuste económico anunciado por el Gobierno de centro derecha, considerado por la central sindical "inicuo y equivocado". El recorte elaborado por el ministro de Economía, Giulio Tremonti, ha sido criticado también por la oposición, que ha convocado una manifestación en Roma para el día 19.
El ajuste, impulsado y defendido por el FMI y por Bruselas, prevé recortar el gasto público en 24.900 millones de euros durante los próximos dos años. Las principales medidas, que aun deben ser aprobadas en el Parlamento, son las siguientes: congelación de los sueldos de los funcionarios, bajada de los salarios a jueces y médicos, retraso del acceso a las pensiones de ancianidad; eliminación de una treintena de entes públicos superfluos, recorte del gasto en ministerios, regiones y ayuntamientos (los entes locales aportan 13.000 millones), amnistía fiscal para quien regularice los inmuebles ilegales y prohibición de los pagos en metálico sin recibo por valor de 5.000 euros o más.
El objetivo del Gobierno es llevar el déficit público del actual 5,3% a un 2,7% en 2012. Italia arrastra una deuda pública gigantesca, del 116% del PIB, pero su calificación de riesgo es mejor que la de países como España, Grecia o Portugal, gracias sobre todo a su reducida deuda privada. En 2009, el PIB italiano se contrajo un 5,1%, su peor dato desde 1971, pero en el primer trimestre de 2010 la economía creció un 0,5%, a la cabeza de la Unión Europea.
Sindicatos y oposición coinciden en afirmar que el plan de austeridad castiga a las clases menos favorecidas y se muestra condescendiente con las grandes fortunas, la corrupción, la economía sumergida o ilegal y los evasores fiscales, que cada año esconden al fisco 120.000 millones de euros.
Precisamente hoy, Hacienda ha hecho públicos los datos finales del 'escudo' fiscal aprobado en otoño pasado, que permitía declarar el capital colocado en el extranjero con una multa del 5%. La operación ha hecho aflorar 104.500 millones de euros, de los cuales un 98% ha regresado a Italia, lo que supone unos ingresos para el erario de 5.600 millones de euros.
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