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Fracasa la mayor operación inmobiliaria de la historia de EE UU

Dos firmas ceden a los acreedores 11.227 viviendas en Manhattan al no poder hacer frente a los créditos que pidieron para pagarlas

Las firmas dueñas de dos grandes complejos de viviendas en Nueva York han decidido ceder su control a los acreedores y poner así fin a la mayor operación inmobiliaria de Estados Unidos (además de una de las más arriesgadas e impopulares). Según informa la prensa local, Tishman Speyer -propietario también del rascacielos Chrysler y del Rockefeller Center de Nueva York- compró en 2006 junto a BlackRock los complejos residenciales Peter Cooper Village y Stuyvesant Town -icónicas viviendas de clase media-baja en East River- por 5.400 millones de dólares (casi 3.800 millones de euros), hasta entonces propiedad de la aseguradora MetLife.

Aquella operación inmobiliaria fue la más elevada realizada hasta entonces en Estados Unidos, pero con el estallido de la burbuja financiera e inmobiliaria los compradores se han visto incapaces de hacer frente a la devolución del crédito que pidieron para financiarla. Los dos complejos residenciales, que ocupan unas 32 hectáreas de superficie al este de la Primera Avenida de Manhattan (entre las calles 14 y 23), forman el mayor conjunto de apartamentos de la isla, con 11.227 viviendas repartidas en 110 edificios. Sus 20.000 residentes se quedan ahora en el limbo.

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De la II Guerra Mundial

Los bloques de ladrillo visto fueron construidos en 1947 para albergar a los veteranos de la II Guerra Mundial y desde entonces han estado habitados en su mayor parte por familias de clase media y trabajadora, aunque las compañías compradoras querían reformar parte de las viviendas para que fueran ocupadas por inquilinos de clase alta. Las empresas compradoras tomaron la decisión de ceder su propiedad a los acreedores después de admitir que no pueden hacer frente a la deuda de 4.400 millones de dólares que contrajeron para financiar la adquisición, explica este lunes en su portada el diario The Wall Street Journal.

El rotativo financiero agrega que Tishman y BlackRock han tratado sin éxito durante meses de reestructurar la deuda, en momentos en que la economía de Nueva York se ha debilitado y han mermado los precios de los alquileres y la demanda de apartamentos de alta calidad. Rob Speyer, uno de los socios de la compra, anunció el jueves a uno de los concejales del Ayuntamiento de Nueva York que no podrán hacer frente al pago de la cuota de 16 millones de dólares (11 millones de euros) de la hipoteca. La cuota vencía el viernes.

Los dueños de los conjuntos residenciales han indicado en un comunicado que recoge The New York Times que trataron de negociar "de buena fe" una reestructuración de la deuda, pero en los últimos días pareció evidente que "la única alternativa viable a la bancarrota sería transferir el control y la operación de la propiedad, de forma ordenada, a los prestatarios y sus representantes".

El problema radicó en que cuando compraron en 2006 las propiedades a MetLife, contaban con poder subir los alquileres tras un proceso de reformas y mejoras. Pero resultó imposible no sólo por la entrada de EE UU en recesión diciembre de 2007, sino porque los alquileres estaban en su mayor parte intervenidos ya que las residencias se levantaron con ayudas fiscales del Estado. A pesar de todo, intentaron subir las rentas, pero un tribunal los condenó a devolver 200 millones que habían cobrado de más a los inquilinos.

Vista de los barrios Stuyvesant Town y Peter Cooper Village en primer término, con los grandes rascacielos detrás.
Vista de los barrios Stuyvesant Town y Peter Cooper Village en primer término, con los grandes rascacielos detrás.REUTERS

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