España entrará en 2009 con tres millones de parados

Las malas previsiones sobre el mercado laboral español se multiplican. La Asociación de Grandes Empresas de Trabajo Temporal (AGETT) ha presentado hoy un informe en el que augura una tasa de paro superior al 13% a finales de este año, con lo que habrá más de tres millones de desempleados y menos de veinte millones de ocupados. No obstante, hay quien tiene proyecciones más pesimistas para 2009, como la Asociación Española de Banca (AEB), que prevé que alcance el 17%.

Según se recoge en el informe Avance del Mercado Laboral elaborado por AGETT, la asociación augura que el primer mes de 2009 traerá 500.000 parados más que en el mismo mes de 2008. Asimismo, advierte de que el paro seguirá aumentando, incluso aunque se solucionara el problema crediticio, y que su intensidad dependerá "críticamente" del sector servicios, el único que por ahora crea empleo y que en breve podría dejar de hacerlo si continúa su deterioro.

Además, destaca que más del 15% de los que perdieron su trabajo entre agosto y octubre no figuran en el registro de parados del Servicio Público de Empleo. La asociación explica que en esos tres meses, la afiliación se ha reducido en más de 463.000 personas mientras que el desempleo ha aumentado en 391.000, lo que supone que más de 72.000 trabajadores no figuren en el registro de paro.

En todos los sectores

Por sectores, recuerda que todos suman parados y que sólo en octubre, la cifra de desempleo aumentó en 114.000 personas, el mayor incremento desde 1996. Además, AGETT considera que a falta de medidas que impulsen la intermediación laboral, el tiempo de búsqueda de empleo se alargará y con ello la tasa de paro de larga duración aumentará. Por ello, propone la colaboración "privada y selectiva", bajo criterios de calidad, con los servicios públicos de empleo, ya que cree que así se reduciría el tiempo de permanencia en el paro.

En el informe se añade que en último año, la población activa nativa se ha incrementado un 1,6%, en 298.000 personas, de las que un 95% de ellas eran mujeres. En el tercer trimestre, respecto a los tres periodos anteriores, salen de la actividad trabajadores de la Unión Europea, mientras que se incrementan las entradas de latinoamericanos, lo que para la asociación supone que el "efecto desánimo" se produce antes en los primeros.

En cuanto a los datos de la AEB, el asesor económico de la asociación, Federico Prades, ha vaticinado que la tasa de paro podría alcanzar el 17% en 2009 mientras la crisis económica hará que el déficit público llegue incluso al 4% del Producto Interior Bruto en ese ejercicio. Prades ha hecho esta estimación en una jornada en la que también intervino el economista jefe del BBVA y director de su servicio de estudios, José Luis Escrivá, quien ha considerado que si los tipos de interés bajan el próximo año hasta un 1,5%, como prevé esta entidad, supondría una inyección para las familias y las empresas españolas de 6.000 millones de euros.

Medidas anticrisis

Prades no ha dado una estimación de la evolución del PIB para el año que viene, si bien ha recordado las últimas hechas por la Comisión Europea, que calcula una caída del 0,2%, y del FMI, que eleva el descenso al 0,7%, por lo que ha añadido que el cuadro macroeconómico del Gobierno, que calcula un crecimiento del 1% para 2009, está "claramente desfasado".

Entre las medidas que ha propuesto para superar el parón, ha reclamado la reducción de las cotizaciones sociales y del impuesto de sociedades, que en su opinión darían un "bonus de competitividad a las empresas", ya que modificarían los precios relativos en el mercado interior y exterior. También ha dicho que "sería más útil" el apoyo estatal a las empresas que a las familias, ya que la ayuda a las empresas les puede asegurar viabilidad y mejorar su competitividad, mientras que la dirigida a los hogares puede ver disminuidos sus efectos sobre la economía española si éstos aumentan el ahorro y el consumo de bienes importados.

De su parte, José Luis Escrivá ha destacado que las medidas más útiles ante la crisis financiera son las inyecciones de liquidez, y se ha mostrado más escéptico sobre los avales del Estado a las operaciones financieras, porque en España la mayoría de las entidades son de pequeño tamaño y no tienen acceso a los mercados interbancarios internacionales.