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El monopolio ruso de la electricidad deja de existir

El monopolio de la electricidad de Rusia (Sistema Energético Único o SEU), dirigido por Anatoli Chubáis desde 1998, dejará de existir mañana como entidad jurídica, tras haber privatizado sus principales activos con el objetivo de crear una nueva estructura del sector eléctrico que abre el camino hacia la competencia, a diferencia de lo que sucede en el sector del gas donde el monopolio de Gazprom se ha afianzado en contra de los planes para liberalizarlo que existían a principio de la década.

El resultado de la reforma emprendida por el SEU ha sido la creación de 20 compañías generadoras (de dos tipos distintos) y diversas empresas de infraestructura y distribución, que de momento están en manos del Estado. El programa de inversiones en generación eléctrica ha permitido captar 945.000 millones de rublos de capital privado, según ha dicho hoy Chubáis en su última rueda de prensa como máximo directivo de SEU.

Este capital se destinará a un programa de inversiones, que deberá poner en funcionamiento más de 43.000 megavatios de nueva capacidad antes de 2012. Las compañías extranjeras han invertido más de 10.000 millones de dólares y controlarán casi 23.000 megavatios de la capacidad instalada, lo que supone el 14% de la generación eléctrica de Rusia, según el diario económico Vremia Novostei. El primer inversor internacional es la alemana EON, que ha invertido 4.100 millones de euros para controlar la central generadora OGK-4 (76%). Le siguen, la italiana ENEL que compró el 25% de la OGK-5, y la finlandesa Fortum.

Algunas compañías internacionales inicialmente interesadas se inhibieron ante la cuantía de las inversiones, los riesgos y la dureza de las condiciones de compra, que contemplan multas de hasta el 25% de los planes de inversión si se transgreden los plazos de su puesta en funcionamiento. Entre los riesgos, cabe la posibilidad de que el Estado pueda retrasar la liberalización de los precios de la energía eléctrica, prevista para 2011, lo que repercutiría en los plazos de amortización y el beneficio de los inversores.

En Rusia, el gas es la principal fuente de generación de electricidad y su subida de precio hace temer que la energía eléctrica llegue a cuadriplicar el suyo para 2012, lo que podía ser un incremento demasiado brusco para los consumidores rusos, tanto industriales como privados. En Rusia, los precios del gas y los de la electricidad están regulados en la actualidad y, pese a mantener oficialmente el objetivo de equiparar el mercado interno del gas con el internacional en 2010-2011, el viceministro de economía, Andrei Klepach, ya ha anunciado que el equiparamiento se retrasará hasta 2014-2015.

Desde el pasado mayo, cuando Vladímir Putin se hizo cargo de la jefatura del Gobierno de Rusia, el sector energético es tutelado por el viceprimer ministro Igor Sechin, quien fue vicejefe de la administración del Kremlin y es considerado el cerebro de la ruina de la petrolera Yukos.

La reforma del sector eléctrico ha sido el producto de largas controversias. Su concepción fue aprobada por el Ejecutivo a fines de 2000, pero su puesta en práctica, que contempla la separación de producción, distribución y comercialización, se demoró hasta 2006 cuando el Gobierno dio luz verde a los planes del SEU de privatizar las centrales generadoras mediante la emisión de acciones.

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