La Comisión condena los nuevos obstáculos de Italia a la fusión de Abertis y Autostrade
La Comisión da al gobierno italiano un plazo de 15 días para que se justifique
La Comisión Europea ha condenado hoy las nuevas medidas adoptadas por Italia para obstaculizar la fusión de las concesionarias de autopistas Abertis y Autoestrade. El Ejecutivo comunitario ha dado un plazo de quince días laborables a las autoridades italianas para que justifiquen su actuación. La Comisión considera que Roma ha "comprometido seriamente el proceso de concentración de dimensión comunitaria" entre las empresas española e italiana. Según Bruselas, las medidas presentadas por Italia suponen una violación del artículo 21 del Reglamento comunitario de fusiones, el mismo artículo por el que la Comisión ha iniciado un proceso de infracción contra España por las medidas impuestas a E.ON en su OPA sobre Endesa.
Bruselas señala que las autoridades italianas no fijaron por adelantado y de manera "suficientemente clara" los criterios de interés público que les llevaron a rechazar la fusión de Autostrade y su concesionaria ASPI (la empresa Autostrade per la Italia) con Abertis. La falta de autorización fue una de las razones citadas por las dos empresas para abandonar la fusión prevista, que había sido aprobada sin condiciones por la Comisión el 22 de septiembre de 2006.
Además, al ejecutar esas medidas sin previa notificación y sin contar con la aprobación de Bruselas, "las autoridades italianas violaron las obligaciones de notificación y de abstenerse de aplicar su legislación nacional previstas en el artículo 21 del Reglamento sobre operaciones de concentración". Para el Ejecutivo comunitario, esas condiciones son incompatibles con el principio de seguridad jurídica y parecen obstaculizar la libre circulación de capitales y la libertad de establecimiento.
Las autoridades italianas pueden expresar en un plazo de quince días laborables sus puntos de vista sobre la evaluación preliminar, pero de confirmarse, la Comisión podría adoptar una decisión declarando que Italia violó el artículo 21 del Reglamento sobre concentraciones.
Bruselas matiza la "autoridad" de las concesiones
Bruselas cree que las autoridades nacionales pueden verificar que un concesionario siga siendo financieramente viable y capaz de llevar a cabo sus obligaciones de inversión después de una fusión. Pero Bruselas considera que el proceso nacional de autorización debería centrarse en los cambios derivados de la propia concentración, y no ser utilizado para resolver carencias anteriores en el marco legal o posibles problemas futuros.
Como ejemplo, la Comisión señala que un dividendo extraordinario de Autostrade de 2.000 millones de euros, previsto como condición para la fusión, no pondría en peligro la viabilidad financiera de la operación y de las inversiones relacionadas con ella. Así, asegura que Abertis aporta otros activos y fondos a la entidad fusionada, así que su perspectiva financiera sería, a medio plazo y como mínimo, tan favorable como la de una Autostrade no fusionada.
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