Fazio afronta semana decisiva para su mandato al frente del Banco de Italia
El gobernador del Banco de Italia, Antonio Fazio, investigado por uso de información privilegiada, se prepara para hacer frente a una de las semanas más difíciles de su carrera, con el Gobierno decidido a tomar medidas para obligarle a renunciar.
El número uno del emisor italiano está en una situación cada vez más borrascosa, en medio de sospechas de que favoreció una oscura trama de especulación abusiva e irregularidades financieras dirigida por su amigo Gianpiero Fiorani, ex consejero delegado de la Banca
Popolare Italiana (BPI) y encarcelado el pasado martes.
Se niega a dimitir
Aunque su credibilidad ya ha sufrido un daño irreparable, el gobernador se niega a dimitir al amparo del carácter vitalicio de su mandato, que según la legislación vigente sólo puede ser revocado por el Consejo Superior del Banco de Italia, un órgano integrado por el propio Fazio y otros trece consejeros. Ante este panorama, el Gobierno de Silvio Berlusconi (que varias veces ha reclamado en vano la dimisión de Fazio) ha decidido poner fin al pulso con el gobernador con una enmienda a la ley sobre el ahorro, que pretende reducir la autonomía del Banco de Italia para que Fazio salga de escena de una vez por todas.
Está previsto que la medida se adopte mañana, martes, en un
Consejo de Ministros extraordinario convocado para reformar el estatuto del Banco Central, en una versión "ad personam" impulsada por el ministro de Economía, Giulio Tremonti, para expulsar a Fazio.
Reforma del estatuto
La enmienda prevé que el nombramiento y sustitución del número uno del Banco de Italia esté a cargo del Gobierno (hasta ahora lo decidía el emisor), con el refrendo de dos tercios de la comisión parlamentaria competente. Además, contempla limitar el mandato a cinco años en lugar de los siete años que preveía una reforma inicial (aún en trámite parlamentario) que suprimía el carácter vitalicio del cargo. De aprobarse mañana, la enmienda a la ley del ahorro tendría que recibir luego el visto bueno del Parlamento para entrar en vigor, y a partir de ese momento el Gobierno tendría potestad para nombrar un nuevo responsable del Banco de Italia. "Esperaré a ver qué sucede el martes y luego decidiré", ha señalado el responsable del regulador italiano, quien en declaraciones recogidas hoy por el diario "Corriere della Sera" insiste: "Siempre he seguido la ley y Gianpiero Fiorani no puede decir nada que me ponga en dificultades".
La Fiscalía de Milán cree que Fazio proporcionó información privilegiada a su amigo Fiorani cuando el Banco de Italia analizaba si autorizar la OPA de BPI sobre la banca Antonveneta, por la que también pugnaba el holandés ABN Amro, que finalmente ganó la partida. Fiorani, que se encuentra en la cárcel de Milán, fue interrogado este fin de semana dos veces por la jueza Clementina Forleo, ante la que habría reconocido que Fazio "estaba de acuerdo" con él y que muchas de las operaciones irregulares de BPI contaban con "protección política", revela el periódico La Repubblica. Estas sospechas ya afloraron el pasado verano a raíz de una
investigación de la Fiscalía milanesa, pero también entonces el gobernador se mostró inmune a las numerosas voces de Gobierno y oposición que reclamaban su dimisión.
Tensiones en el Banco de Italia
Esta situación se vive con una creciente tensión en el seno del Banco de Italia, donde hoy ha habido reuniones informales entre Fazio y algunos miembros del Consejo Superior de la entidad, que mañana tiene previsto celebrar su tradicional reunión de fin de año. Según la prensa italiana, un grupo de consejeros tiene intención de poner sobre la mesa la petición de dimisión del gobernador, pero
si éste la rechaza, como hasta ahora, se debería convocar un consejo extraordinario en el que se procediera a una votación de confianza.
Serían necesarios nueve votos contra Fazio para revocar su
mandato, pero los analistas apuntan a que el responsable del Banco de Italia aún goza de un respaldo mayoritario entre los consejeros, la mayoría de los cuales fueron nombrados por él.
