Bélgica estudia entregar un cheque de 75 euros a cada hogar para aliviar el gasto energético

El Gobierno belga estudia devolver a cada hogar un cheque extraordinario de 75 euros antes de finales de año para aliviar el impacto de la subida de los precios del petróleo. Esta medida se completaría con otras iniciativas como negociar con las petroleras un pago fraccionado de la factura de fuel para calefacción o aprobar incentivos fiscales para las inversiones que permitan ahorrar energía en las casas.

El paquete se debatirá en el Consejo de Ministros del próximo viernes, pero ya ha provocado un grave enfrentamiento en la coalición que sostiene al Ejecutivo. Sus promotores son el primer ministro, Guy Verhofstadt, y el ministro de Economía, Didier Reynders, ambos liberales. Pero los socios socialistas del Gobierno sostienen que estas deducciones deben modularse de acuerdo con los ingresos de cada hogar y que se debe hacer pagar más a las petroleras.

Reynders sostiene que el alza de los precios del petróleo proporcionará al Estado en 2005 unos ingresos extraordinarios de 300 millones de euros en IVA e impuestos especiales. Con ellos se podría financiar integramente el coste de las medidas, ya que Bélgica cuenta con aproximadamente 4 millones de hogares.

El cheque extraordinario de 75 euros por hogar se pagaría a finales de año independientemente de que se utilice fuel, gas o cualquier otra forma de energía para la calefacción. En concreto, el Gobierno estudia hacerlo a través de una reducción de la retención del impuesto sobre la renta o mediante transferencia bancaria.

En segundo lugar, el ministro de Economía quiere negociar con las compañías petroleras que permitan a sus clientes pagar su factura de fuel en 12 mensualidades con un 0% de interés. Los distribuidores no deberían resultar penalizados. La medida entrará en vigor también antes de final de año.

Para fomentar las inversiones en materia de ahorro energético en los hogares, se permitirá una deducción del 40% de la factura hasta un máximo de 1.400 euros. Finalmente, aumentarán las deducciones fiscales para las personas que utilicen el transporte público para dirigirse a su lugar de trabajo.