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Llega la vivienda llave en mano

Las inmobiliarias compiten con los inversores en la venta de casas en una misma promoción y recuperan el piso piloto

Comprar un piso de nueva construcción listo para habitar vuelve a ser una opción para los demandantes de vivienda. Las ventas sobre plano antes del arranque de las obras van abriendo paso a una situación en la que al promotor le quedan numerosos pisos por vender con las obras ya avanzadas y, en casos todavía no muy significativos, pero constatables, pisos para los que aún espera compradores cuando la promoción ya está terminada y habitada por sus nuevos moradores desde meses atrás.

Carteles con leyendas como 'últimas viviendas' y 'pisos en venta' son visibles en fachadas y azoteas de promociones ya ejecutadas. En el distrito de Arganzuela, en el barrio de Legazpi, la promotora Sesia vende llave en mano pisos de dos y tres dormitorios a precios que van desde 324.000 a 387.600 euros, respectivamente, con plaza de garaje y trastero incluidos. La constructora finalizó sus trabajos en el pasado mes de enero y aún es posible elegir la planta y orientación de la vivienda.

Vecina a esa promoción, Urbalia ofrece pisos de uno y dos dormitorios de distintas modalidades, desde 264.500 euros a 360.000 euros, respectivamente, y algún ático en alquiler en un residencial terminado el verano pasado. A unos trescientos metros, Vima tiene instalada una caseta de venta de un gran residencial en el que acaba de iniciar el movimiento de tierras. La inmobiliaria advierte en un cartel sobre la posibilidad de adquirir alguno de los últimos pisos llave en mano que restan en otra promoción de 36 viviendas ya entregada, próxima a la que acaba de iniciar. En aquel edificio, inversores privados pusieron a la venta a la entrega de las llaves, en diciembre pasado, varios pisos de distintos tamaños, de los que aún permanecen algunos carteles. "A la empresa le queda algún primero de tres dormitorios. Nosotros tenemos en venta cuatro pisos: dos de dos dormitorios, uno de uno y un ático, también de un dormitorio, todos en plantas más altas", indicó un inversor. El precio de venta por metro cuadrado que piden unos y otros es similar, de alrededor de 3.400 euros.

La promotora Perseus (también Urbalia) mantiene el piso piloto y una persona del departamento de ventas en una urbanización cerrada, con distintos servicios, ya entregada, de la que le restan por vender pisos de dos y tres dormitorios. También aquí es posible elegir hoy orientación y altura. El precio de las viviendas de dos dormitorios, de 87 metros construidos, parte de 362.530 euros. Las de tres cuestan desde de 420.700 euros para una superficie a partir de 107 metros. La compañía ofrece al comprador la posibilidad de un pago inicial de 6.010 euros en concepto de reserva más 42.070 euros a la firma del contrato de compraventa, con un plazo que expira el 30 de septiembre para firmar la escritura.

"Muchos potenciales compradores necesitan primero vender su casa para poder adquirir un piso nuevo. De ahí que ofrezcamos este margen de tiempo para escriturar",indicaron en la inmobiliaria. La plaza de garaje es opcional, a un precio fijado inicialmente a partir de 18.030 euros. "En la plaza de garaje tenemos un descuento de 3.000 euros durante 15 días", dijeron. Competencia particular A Perseus también le ha salido competencia de particulares que quieren deshacer su posición inversora con algunos pisos de dos y cuatro dormitorios, sin estrenar.

Por el mismo tipo de vivienda (dos dormitorios y 87 metros construidos) la promotora pide 362.537 euros, y el particular, 372.627 euros. La diferencia de precio (10.090 euros) a favor del inversor radicaría, en este caso, en que la casa de este último se sitúa en una cuarta planta, y la de Perseus, en una segunda. Ambos incluyen el trastero en el precio, y las plazas de garaje se venden por 15.025 euros, en el caso de la empresa y por 18.030 euros, en el del particular.

En el barrio de Usera, Grupo Prasa ha promovido más de 2.000 viviendas. La compañía entregó el último edificio hace tres meses, del que todavía le quedan varios pisos por colocar. También ella se ha encontrado aquí con la competencia de compradores que, apenas escrituradas sus viviendas, las ha sacado a la venta a precios similares a los que pide la promotora andaluza, entre 2.600 y 2.900 euros por metro cuadrado. En la avenida de General Ricardos, en el distrito de Carabanchel, Ainsa comercializa un edificio de apartamentos llave en mano de uno y dos dormitorios promovido por Copae. Se puede elegir superficie y altura entre las distintas modalidades de vivienda.

El apartamento más barato, de un dormitorio, cuesta 186.300 euros y tiene 46,30 metros cuadrados. El de dos dormitorios más accesible cuesta 306.500 euros y su superficie es de 75 metros. En la documentación que se entrega al comprador se propone el pago de un 20% a la firma de la escritura y del 80% restante mediante una hipoteca, pero se hace constar que "cualquier otra forma de pago será estudiada con el máximo interés". "Aceptamos hipotecas inferiores al 80% del precio de venta, pero también préstamos que alcancen al 100% si el comprador presenta aval", precisan en el puesto de ventas.

Hacia la normalidad

"Lo que sucede es que los periodos de venta se están alargando, estamos rozando ese plazo de comercializar todo antes de acabar de construir la promoción", opina Raúl García, director de operaciones de Grupo i. "No es un motivo de alarma. En 1997, justo antes de iniciarse este ciclo alcista, la media de venta de una promoción se acercaba a 20 meses. Lo que no es normal es comercializar una promoción en seis meses", advierte. García llama la atención también sobre determinados residenciales abordados por el promotor con recursos propios, de manera que, al no tener endeudamiento al que hacer frente, alarga el tiempo de su puesta a la venta para obtener la mayor rentabilidad.

Carlos Ferrer-Bonsoms, director de suelo, urbanismo y residencial de Jones Lang LaSalle, coincide en que lo anormal era "que una promoción estuviera vendida antes de iniciarse las obras". Considera que "es normal que cuando se termina de construir queden algunos pisos por vender" y opina que "la aparición de pisos llave en manoen determinadas promociones todavía no es un problema". Luis Corral, consejero delegado de Foro Consultores, explica igualmente que la existencia de pisos llave en mano con las promociones ya terminadas no es significativa. "Siempre hay un llave en mano residual; por una tipología que puede resultar poco apetecible para el comprador, o por precio".

A su juicio, "la demanda de los inmigrantes está regenerando todo el tejido urbano de vivienda. Y con una situación económica bonancible, siempre que no se vea afectada por factores externos, el escenario continúa siendo bueno". Aunque ve un riesgo de agotamiento de la demanda por la escalada de precios. El alargamiento de los periodos

de venta ha hecho que las inmobiliarias recurran a distintas herramientas de apoyo a la comercialización. El piso piloto ha sido recuperado por compañías que, ante la rapidez de las ventas, prácticamente lo habían desterrado de sus promociones. Corral reconoce que existe esta mayor dificultad en la venta, pero aún queda margen. "En Madrid el plazo para comercializar una promoción es hoy de 15 meses, por lo que hasta los 21 meses que tarda en construirse queda un margen potente".

Uno de los elementos que ha conformado la fuerte demanda de vivienda en este ciclo alcista lo constituyen los inversores. La opinión generalizada es que la compra de pisos como inversión está cayendo sensiblemente. Unas plusvalías menos atractivas por el alto nivel alcanzado por los precios y el resurgimiento de los mercados de renta variable están provocando que los ahorros se canalicen más hacia la Bolsa y, también, que inversores de vivienda deshagan su posición para dirigirla al mercado de valores. Ello ha hecho que compitan frecuentemente con las inmobiliarias en la venta de pisos en una misma promoción.

Rotación de inversores

"El inversor no se ha retirado del todo. Pero si hace un año representaba el 15% de las compras o más (el 20% en algunas promociones), en estos momentos puede suponer un 5%. El 95% de las compras corresponde hoy al usuario directo. Lo cual tiene su lógica porque las plusvalías ahora son pequeñas". Es la apreciación del director de residencial de Jones Lang LaSalle. "Es cierto que donde no se ha vendido todo se ha montado una competencia entre promotor e inversor", admite Ferrer- Bonsoms. "Pero como los precios han subido tanto, los dos ganan; ninguno va a perder. Lo más que puede pasar es que el inversor necesite realizar pronto su inversión". "Todavía no es un problema, aunque es posible que lo sea dentro de un año o dos", añade. La impresión del consejero delegado de Foro Consultores sobre este punto también es clara. "El que la Bolsa vuelva a ser atractiva explica que el inversor esté sacando pisos al mercado y que, en lo que se refiere al segmento de inversión en vivienda, nos podemos empezar a olvidar de él". El director de operaciones de Grupo i estima que puede estar sucediendo que los carteles de venta duren más tiempo y "por eso se ven más". También apunta la posibilidad de que el inversor decida vender "al observar que el ciclo alcista de precio va más despacio".

Diferenciación

Las grandes compañías inmobiliarias consultadas, todas ellas presentes en la Bolsa, coinciden en que no les están quedando pisos por vender en promociones ya terminadas. Es más, aseguran que las ventas siguen a buen ritmo, "aunque algo se están ralentizando", matizan en una de ellas. "La ralentización", según esta empresa, "estaría motivada por la gran cantidad de oferta, que retrasa la decisión de compra". Alguna compañía sí reconoce que inversores que entraron en la tercera o cuarta fase de una promoción están compitiendo con la propia promotora.

También observan que "con la Bolsa hacia arriba, el inversor prefiere ahora posicionarse en el mercado bursátil". La clave de los buenos ritmos de venta está, según estos grupos, en su adaptación al tipo de vivienda que la demanda pide. Y también en la diferenciación y en la utilización de métodos de venta más agresivos.

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