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Durán y Vandevelde sustituyen a Bertrand en la presidencia de Carrefour

El español era hasta ahora director financiero del grupo de distribución

El Consejo de administración de Carrefour ha aceptado la dimisión de Daniel Bertrand de la presidencia del grupo francés de distribución y lo sustituyó por Luc Vandevelde, al frente del consejo de vigilancia, y por José Luis Durán, que llevará las riendas del directorio.

En su reunión de hoy, el Consejo de administración de Carrefour ha decidido también cambiar de estructura y adoptar el estatuto de sociedad con consejo de vigilancia y directorio. La familia Halley, primer accionista del grupo de distribución, ha decidido reemplazar a Bernard por no haber logrado mejorar los resultados bursátiles de las acciones de Carrefour, a la baja desde hace tres años, ni levantar la productividad de los hipermercados franceses que han perdido parte del mercado.

En sustitución de Bertrand, la familia Halley ha preferido a un dúo de su total confianza, el integrado por el belga Vandevelde y el español Durán. Vandelvelde fue presidente de la firma británica Marks y Spencer, que logró que repuntará en 2002, mientras que José Luis Durán era hasta ahora director financiero de Carrefour.

Falso moroso

Falso moroso

La cadena de hipermercados Carrefour ha sido condenado a pagar una indemnización de 3.000 euros a un cliente por exigirle una deuda "inexistente" y remitir sus datos a un registro de morosos, es decir, por incumplimiento de la Ley Orgánica de Protección de Datos, según informa la Asociación de Usuarios de Servicios Bancarios. Por su parte, la Agencia de Protección de Datos le reclama por el incumplimiento de esta ley una multa de 120.200 euros por la inclusión indebida de su cliente en un fichero de solvencia patrimonial. Según los servicios jurídicos de Ausbanc, Carrefour "no respetó el Principio de Calidad de los Datos que obliga a que sean exactos, completos y actuales, al reclamar una deuda que no era real, no estaba vencida, ni era exigible". La pesadilla de este cliente comenzó hace cuatro años cuando sufrió un robo en su casa en el que, entre los efectos sustraídos, figuraban su DNI y otros documentos, hecho que fue denunciado ante la policía y puesto en conocimiento de Carrefour al poseer el afectado una tarjeta de crédito de este hipermercado. Con posterioridad a estos hechos, al afectado empezaron a llegarle reclamaciones de cantidades monetarias por compras efectuadas a su nombre. Varias compañías le reclamaban el pago de artículos o la devolución de préstamos, pero al conocer lo sucedido dejaron de hacerlo "pidiendo disculpas por el malestar ocasionado". En cambio Carrefour, que solicitaba el pago de 1.280 euros, "continuó acosando al afectado hasta incluirle en el registro de morosos a pesar de que la Policía Nacional le había comunicado el robo de la documentación y de tratarse de un cliente que nunca había incumplido sus compromisos económicos". La cadena de hipermercados esgrime en su defensa "la débil argumentación con la que el fax enviado por la Policía Nacional comunicaba el robo de la documentación", alegando que éste "no era una prueba suficiente para sacar al afectado del registro". El derecho fundamental a la protección de datos consiste en "un poder de disposición y de control sobre los datos personales que faculta a la persona para decidir cuáles de esos datos proporcionar a un tercero", sea el Estado o un particular, según recuerda Ausbanc.

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