Ocho años al frente de la primera petrolera de España

Alfonso Cortina Alcocer, hoy dimitido como presidente de Repsol, ha dirigido durante ocho años la primera petrolera de España. El empresario, nacido hace 60 años en Madrid, fue designado presidente del grupo el mismo día que Juan Vilallonga accedía a la dirección de Telefónica, un 6 de junio de 1996. Antes se había fogueado en empresas inmobiliarias, constructoras o cementeras.

Cortina llegó a los grandes consejos de administración de la mano de su hermano Alberto, y su primo, Alberto Alcocer, conocidos en el mundo financiero como Los Albertos, que estaban casados con las hermanas Koplowitz. Cuando surgió la doble pelea matrimonial entre las hermanas y Los Albertos, Alfonso Cortina logró quedarse en un discreto segundo plano. De hecho, tras la ruptura, en 1990 fue nombrado presidente y consejero delegado de la cementera Portland Valderrivas, empresa a la que accedió en 1984 y que estaba controlada por el Grupo Construcciones y Contratas (GRUCYCSA), sociedad propiedad de las Koplowitz.

Los que han trabajado con él, le definen como un ejecutivo estudioso, preparado, tenaz y duro, tanto en el trato como en la negociación. La parte más conocida de su larga carrera, a pesar de haber pertenecido a los antiguos Vizcaya o Hispano Americano, ha estado ligada a lo que hoy es Fomento de Construcciones y Contratas (FCC). Cortina es también un hombre preocupado por la seguridad personal. No en vano un año antes de acceder a la presidencia de Repsol ETA le mandó una carta bomba que estalló en manos de un funcionario de Correos, que sufrió graves heridas.

Alfonso Cortina se incorporó en 1984 al grupo Construcciones y Contratas para gestionar la cementera Portland Valderrivas donde desempeñó los puestos de vicepresidente y consejero delegado. A comienzos de los 90 se convirtió en nuevo presidente de la cementera sin dejar el de consejero delegado.

Como máximo responsable de Portland Valderrivas, en 1992 firmó con Cementos Portland la integración de ambas, constituyendo Cementos Portland, controlada en un 52,5% por el Grupo Portland Valderrivas. En la nueva sociedad, fusión efectuada de forma efectiva el 25 de mayo de 1993, pasó a ocupar el puesto de presidente desde el 1 de junio. En mayo de 1993, por absorción, unió al nuevo grupo cementero las sociedades de ese sector Cementos el Alto y Cementos Hontoria.

Un mes después, en su calidad de presidente de Portland Valderrivas, se incorporó al consejo de administración de FCC y en el de la cántabra Cementos Alfa. Tras las elecciones generales de marzo de 1996 y una vez conseguido el visto bueno para presidir Repsol a finales de mayo, el 6 de junio fue nombrado presidente en representación del Estado y elegido presidente de esta sociedad petrolera.

Durante su gestión, Repsol se ha consolidado como la primera petrolera de España y ha extendido su presencia internacional. En 1996 Repsol sacó a bolsa el 11% de su capital y compró Astra y en 1997 el Estado culminó el proceso de privatización de la compañía. En 1999 Cortina lanzó la operación más ambiciosa de la historia de la compañía, una OPA sobre el 85% de la argentina YPF, de la que ya controlaba el 15%, por valor de dos billones de pesetas. La compra de YPF suscitó en su momento reticencias políticas en el país austral.

En los últimos meses, menos favorecida que sus competidoras por la escalada de los precios del petróleo y con beneficios decrecientes en el primer semestre, la empresa ha estado jugando a fondo la baza de su diversificación geográfica y de actividades para vencer las hipotecas de una excesiva dependencia de Argentina y del crudo.

La compañía también está expandiéndose en sus actividades de marketing con la incorporación en junio al Autoclub Repsol de la aseguradora Mutua Madrileña del Automóvil, que ha adquirido un 25% de su capital, y en comercialización y distribución con la compra a Royal Dutch/Shell de su red de estaciones de servicio (303) y de su compañía logística en Portugal.