Bruselas declara legales las ayudas al aceite de orujo español
España subvencionó el parón del sector en julio de 2001 al encontrar sustancias peligrosas en el aceite
La Comisión Europea consideró hoy compatibles con las reglas comunitarias los préstamos que, en julio de 2001, concedió la administración española al sector del aceite de orujo de oliva, como compensación de la parada obligada del mercado tras detectar algunas sustancias peligrosas para la salud.
En esas fechas, el Gobierno suspendió la venta de este tipo de aceite al encontrar la presencia de determinados compuestos del grupo de hidrocarburos aromáticos policíclicos, entre ellos el benzopireno, que es potencialmente cancerígeno. Ante la falta de una legislación específica sobre el tema, las autoridades españolas aprobaron entonces una orden para establecer los límites de este tipo de compuestos en el aceite. Los productores tuvieron que retirar todos los derivados de orujo de oliva del mercado y enviarlos para que fueran refinados de nuevo con el fin de eliminar cualquier rastro de hidrocarburos y adaptarse a la nueva regulación.
El coste de esta operación, asumido en su totalidad por la industria, fue muy elevado, por lo que las autoridades españolas decidieron conceder una ayuda en forma de préstamos de 30 millones de euros como máximo, al 3% de interés y subvencionado por el Ministerio de Agricultura. Los préstamos tenían una duración de un año y su importe variaba en función del beneficiario.
La Comisión ha analizado las ayudas y ha fallado hoy que son compatibles con el Tratado, ya que facilitó el desarrollo de actividades económicas en las industrias de extracción, refinado y envasado de aceite de orujo de oliva.
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