Los tribunales absuelven a Altadis de la primera demanda por tabaquismo presentada en España
La sentencia asegura que la decisión de fumar "constituye un acto que pertenece a la esfera de libertad de la persona"
La Audiencia Provincial de Barcelona ha desestimado el recurso interpuesto por la familia de un fumador contra la sentencia del Juzgado de Primera Instancia que eximió de toda responsabilidad a la compañía tabaquera Altadis el 14 de marzo de 2001. El tribunal considera que "la demandada ha cumplido las obligaciones" en cuanto a que "las cajetillas de tabaco suministradas por la misma llevan inscritas las advertencias exigidas".
La demanda fue presentada en enero de 1998 por la familia de Emilio Carramiñana, fallecido a causa de un cáncer de pulmón, y fue la primera presentada contra la entonces Tabacalera (actualmente Altadis). El juzgado absolvió a la compañía, como finalmente ha hecho la Audiencia Provincial al desestimar el recurso de la familia.
La sentencia conocida hoy establece que, atendidas las advertencias que constan en el producto y la información general existente, "la decisión de consumirlo (el tabaco) constituye un acto que pertenece a la esfera de libertad de la persona". Hasta la fecha, Altadis ha sido absuelta en las trece demandas que, con relación al tabaco, se le han planteado en Francia, en Polonia y en España.
Recurso al Supremo
En todo caso, la familia Carramiñana ha anunciado que recurrirá al Tribunal Supremo la sentencia de la Audiencia Provincial de Barcelona. El abogado recordó que la sentencia incluye el voto particular de uno de los magistrados, que se muestra favorable a admitir la demanda del fumador y llega a plantear el pago de una indemnización para el afectado.
Tras conocer la decisión de la Audiencia de Barcelona, el presidente de la Federación Española de Laringectomizados, Gumersindo Rodríguez, ha considerado una auténtica "vergüenza" la absolución de Altadis. "Es demencial y parece todo una tomadura de pelo, ya que aún sabiendo las graves consecuencias del tabaquismo, el Estado no lo prohíbe", ha asegurado Rodríguez, quien cree que las autoridades sanitarias "deberían cumplir con su deber y no basarse únicamente en advertir en las cajetillas sobre los riesgos que tiene fumar".
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