Aznar defiende su reforma del paro porque lucha contra "los que no quieren trabajar"
El presidente califica de "despropósito" la elección del 20 de junio como fecha de la huelga general
Después de que ayer fracasara el último intento de sindicatos y Gobierno para evitar la convocatoria de una huelga general para el próximo 20 de junio, el presidente del Gobierno, José María Aznar, ha defendido la reforma del sistema de protección del desempleo en el Congreso. Según Aznar, esta reforma sólo busca "incentivar" la búsqueda de empleo por parte de los desempleados, ya que el "resto de los trabajadores no tienen por qué mantener a los que no quieren trabajar".
Aznar ha contestado así a una pregunta del coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, que le ha dejado toda la responsabilidad de la huelga general convocada por UGT y CC OO para el próximo 20 de junio. A juicio de Llamazares, la culpa de la convocatoria es del Gobierno del PP, que ha insinuado que los parados "hacen fraude" y que ha convertido el derecho de los trabajadores a la cobertura por desempleo, un derecho que ha costado mucho, en una "concesión graciosa".
Aznar ha declarado que el subsidio de desempleo "no es un salario permanente", sino una ayuda transitoria. El presidente ha justificado la reforma del desempleo en que el actual sistema no está funcionando correctamente, por lo que es necesaria una remodelación en aplicación de las conclusiones de la Cumbre de Barcelona y de la estrategia de empleo aprobada en el Consejo de Luxemburgo, en las que se abogó por suprimir obstáculos e incentivar la búsqueda de puestos de trabajo.
El presidente, en la contrarréplica, se ha referido también a la fecha de la movilización, que se producirá la víspera de la Cumbre de Sevilla, que pondrá punto final a los seis meses de presidencia española de la UE. Para Aznar, la huelga no tiene carácter laboral sino político y que la elección de la fecha es "un despropósito" y sólo busca "hacer daño conscientemente a la imagen y al interés de España". Como prueba, Aznar ha explicado que ya hace dos años, antes de la composición de este Gobierno y antes de que se planteara la reforma, hubo voces en el Congreso que demandaban una huelga general.
El presidente ha criticado, como ya lo hiciera ayer el ministro de Trabajo, Juan Carlos Aparicio, tras su reunión con los líderes sindicales, la escasa voluntad negociadora de los sindicatos en este proceso, actitud que ha definido como "una posición poco seria". A su juicio, los sindicatos no han querido negociar un texto en el que "no hay una sola propuesta sobre la que no se pueda negociar".
Subidas del paro y de los precios
Por su parte, el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, ha preguntado al presidente del Gobierno si el Ejecutivo "piensa adoptar alguna medida ante la importante subida del paro y los precios en España".
Los últimos datos negativos del IPC y de la EPA, así como la ruptura del diálogo social, han provocado que el Grupo Socialista dedique esta sesión parlamentaria de control a asuntos relacionados con la economía, y de hecho todas las preguntas, salvo la de Zapatero a Aznar, se dirigirán al vicepresidente segundo, Rodrigo Rato.
La sesión de control se produce después de que ayer fracasara la reunión que mantuvieron los líderes de los sindicatos mayoritarios y el ministro de Trabajo, Juan Carlos Aparicio, fracasara de plano.
Tanto CC OO como UGT exigen la retirada del proyecto de reforma, mientras que el Ejecutivo insiste en que el texto no recorta las prestaciones y amplía la protección por desempleo, también en el sector agrario, a pesar de que contempla la desaparición del PER (el subsidio agrario de Andalucía y Extremadura). Así, el secretario general de UGT, Cándido Méndez, calificó ayer la reunión de "estéril".
Tras la reunión, el Gobierno sigue defendiendo su tesis de que a los sindicatos les va resultar "imposible explicar que el camino correcto es el conflicto", según ha dicho el ministro de Trabajo, Juan Carlos Aparicio, esta mañana en la Cadena SER.
Según Aparicio, el fracaso de las negociaciones con los sindicatos se ha debido a que tenían un "decisión predeterminada", que es la que ha hecho imposible un acuerdo.
Aparicio ha criticado además que los sindicatos no se sentaran a negociar punto por punto los aspectos de la reforma por las prestaciones del desempleo. "Una a una es discutible", ha explicado, "pero decir que todo es inaceptable, es un planteamiento muy distinto".
Rato lamenta la postura sindical
Por su parte, Rodrigo Rato ha lamentado esta mañana en los pasillos del Senado, la posición de los sindicatos y ha insistido en que esta protesta constituye un "error" y una "mala decisión".
Rato ha explicado que la reforma que plantea el Gobierno no supone "ningún recorte presupuestario", e incluso "amplía los derechos de los trabajadores agrícolas eventuales del campo y de las mujeres que acaban de tener hijos".
En ese contexto, el PP ha decidido preguntar al Gobierno si mantiene su oferta de diálogo con los agentes sociales para activar el fomento del empleo. La pregunta, que formulará el diputado José Eugenio Azpiroz, ha sido la elegida por Aznar para contestar a su grupo parlamentario.
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