Giménez-Reyna asegura que dimite porque no puede trabajar con la "presión" de los medios

El secretario de Estado de Hacienda, Enrique Giménez-Reyna, ha asegurado que no ser un "lastre" en la gestión "limpia" e "impoluta" tanto del equipo de Hacienda como del Gobierno.

Ha indicado que tiene la conciencia "absolutamente tranquila", pero ha reconocido que no sólo debe creer él en su inocencia sino también los demás, por lo que ha reiterado que no dará "ninguna oportunidad" para que una organización "seria", como la Agencia Tributaria, que abrirá una investigación sobre Gescartera, tenga ningún "asomo de duda".

Giménez-Reyna ha indicado que tomó la decisión de dimitir tras su intervención, ayer por la mañana, en los cursos de verano de El Escorial, donde 40 medios le plantearon preguntas relacionadas con el caso, en el que se ha detectado un agujero de 13.000 millones y en el que está imputada su hermana Pilar, como presidenta.

Al regresar a su casa, se planteó con su familia "si tiene sentido el estar trabajando con esta presión en un asunto en el que no tiene absolutamente nada que ver".

"Nunca he tenido ninguna relación ni directa ni indirecta con esa entidad", ha señalado, para añadir que su trabajo hay que hacerlo con la cabeza despejada. "No soy una persona que sea capaz de soportar esa presión de los medios".

Además, ha indicado que se marcha de este cargo con "tanta libertad" como cuando llegó y que no tiene ningún "apego" al cargo, aunque sí "afición" e "ilusión" por el trabajo que ha desarrollado hasta ahora.

Ha reiterado que no ha tenido ninguna relación "directa ni indirecta" con la agencia de valores Gescartera, cuya presidenta es su hermana, y que fue intervenida por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). El caso está siendo investigado por la Audiencia Nacional y sigue sin conocerse el paradero de inversiones realizadas en esta agencia por valor de 13.000 millones de pesetas.

Giménez-Reyna ha indicado que la información que asegura que una agencia de la que él era consejero fue investigada en 1996, le ratifica en su idea de abandonar el cargo. No obstante, ha insistido en que esta información le hace sonreír, ya que esa agencia fue expedientada por una infracción administrativa, que ha tildado de "mínima entidad", por no emitir un folleto y que fue la propia CNMV quien cerró el caso en vía administrativa en abril de 1996, antes de la llegada al poder del PP.

Caldera pide explicaciones en el Congreso

En este sentido, el portavoz del Grupo Socialista, Jesús Caldera, ha afirmado que la dimisión no es suficiente y que deben ser sus responsables políticos, el vicepresidente Rodrigo Rato y el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, quienes ofrezcan explicaciones en el Congreso.

El ex vicesecretario general del PSOE y presidente de la Fundación Pablo Iglesias, Alfonso Guerra, ha asegurado que el secretario Giménez-Reyna, ha tardado en dimitir y que es una "burla" que alegue razones familiares para presentar su dimisión. Guerra ha recordado que el Gobierno "ya sabía cuando le nombró que era un defraudador".

Por su parte, el ex secretario general del PSOE Joaquín Almunia, ha declarado que el secretario de Estado de Hacienda, Enrique Giménez-Reyna, ha dado la talla al presentar su dimisión, un comportamiento del que, a su juicio, debería aprender el ministro de Exteriores, Josep Piqué, respecto al caso Ercros.

Sin embargo, el presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, ha apuntado que no le parece bien que Giménez-Reyna haya dimitido ya que, a su juicio, un político no tiene que responder por los comportamientos "dudosos" de su familia.

El coordinador general de IU, Gaspar LLamazares, ha afirmado que el caso Gescartera es el "germen de la corrupción fruto de la política del PP". Para Llamazares, "es insostenible" que miembros del gobierno tengan familiares o amigos implicados en "situaciones económicas no confesables".