El juez pide al fiscal su opinión sobre otra búsqueda de Marta

El juez de Instrucción 4 de Sevilla, que ha llevado la investigación del caso Marta del Castillo ha pedido a la fiscalía que se pronuncie sobre la viabilidad de una nueva búsqueda del cuerpo de la joven en la llamada Ruta del Agua, una zona entre Castilleja del Guzmán y Camas (Sevilla), donde entonces vivía Miguel Carcaño, condenado a 20 años de prisión por el homicidio de la joven.

El juez, Francisco de Asís Molina, ha tomado la decisión tras recibir un informe de la policía sobre las posibilidades de que el cadáver esté en este lugar. La nueva búsqueda implicaría poner en marcha un dispositivo que acarrea un coste añadido a los gastos ya generados por las anteriores búsquedas, pero si el fiscal lo considera apropiado el juez podría dar el visto bueno. El pasado 17 de enero la delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo, consideró que la nueva búsqueda era "viable".

La zona que ahora se sopesa rastrear fue propuesta por el abuelo de Marta, José Antonio Casanueva, después de que en el arroyo que discurre por el lugar se localizaran una manta y dos bolsas de basura industriales como las de Carcaño dijo que usaron para envolver el cadáver de la joven. Según informó entonces la familia de Marta, el lugar es de fácil acceso desde el camino de la Ruta del Agua y tiene en sus proximidades un arroyo con mucha maleza, por lo que pudo ser visto como un sitio idóneo para deshacerse del cuerpo. Carcaño residía entonces muy cerca de ese lugar, ya que convivía con la familia de su novia en Camas.

La investigación policial ha descartado por completo que la manta hallada en la zona fuera utilizada para cubrir el cuerpo de la víctima, ya que la fibra de esta prenda no coinciden con ninguna de las analizadas hasta ahora. La Audiencia de Sevilla, en su sentencia contra Carcaño, rechazó imponerle el pago de los 616.319 euros que costó buscar el cuerpo de Marta en el Guadalquivir y luego en un vertedero de Alcalá de Guadaíra (Sevilla), pero la sentencia contra El Cuco, condenado por encubrimiento, le impuso el pago de 414.908 euros, correspondientes a la búsqueda en el río.