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Trabalhadores do Comércio vuelven a sus inicios

Una licencia de la intérprete, contagiada, es posible, por la vehemencia de la fuente original, puso en boca del alcalde de Oporto, Rui Río, una declaraciones en las que calificaba la conexión ferroviaria entre Galicia y Portugal como una "mierda". La afirmación copó algunos titulares de los medios de comunicación. Lo que el veterano político dijo fue, textualmente, que "no existe una conexión ferroviaria entre los dos países, lo que tenemos es nada". La palabrota, en realidad, es una buena traducción de lo que el regidor quería expresar, que la integración de la Eurorregión gallego-portuguesa es una quimera. Que buena parte del auditorio, compuesto por políticos y empresarios vigueses en su inmensa mayoría, siguiese su alocución a través de la traducción simultánea, y obviase el gesto de querer entenderle en portugués, es otro ejemplo.

No han sido muchas las veces en las que las sinergias han entrecruzado sus caminos más allá del ámbito de la tradición musical de raíz. Pero algunas ocasiones sí existieron, a través de personas como la del músico Sérgio Castro (Oporto, 1955), miembro del grupo Trabalhadores do Comércio, una de las presencias más notables en la escena musical de su país desde los ochenta. Castro también lo fue para el panorama musical gallego y, en especial, el que cuajó en Vigo a partir de la movida.

Planta Sónica

Con su banda, formada en 1981, fecha también del nacimiento de Siniestro Total, a quienes Trabalhadores do Comércio telonearon en su concierto fundacional del Teatro Salesianos de Vigo del mismo año, acaba de editar el libro-disco Das Turmêntas hà Boua Isperansa (publicado a finales de 2011), en el que la banda actualiza buena parte de su repertorio histórico e incluye temas nuevos.

En cuanto a su actividad musical a este lado del Miño, Castro fue técnico de sonido del grupo Club Naval y productor de las primeras maquetas de El Acto o Aerolíneas Federales. También formó parte de Semen Up en los inicios del grupo, y produjo sus dos primeros trabajos. Ya instalado en Vigo, donde aún vive, en 1986, Castro fue uno de los creadores de Planta Sónica, el primer gran estudio de grabación de Galicia y que continúa dirigiendo, desde el que capitaneó la producción de Desertores, Bromea o Qué? o Los Cafres, como sintetiza Alonso en su estudio.

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