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Reportaje:FÚTBOL | 22ª jornada de Liga

Puyol al rescate

El capitán del Barcelona, que ya suma tres goles esta temporada, se erige en uno de los revulsivos del equipo de Guardiola cuando su ataque flaquea

Carles Puyol no estuvo fino en el gol del Valencia en Mestalla porque se resbaló, tardó en recuperar la posición y no pudo llegar a tiempo al centro de Mathieu. Ayudó lo suyo el pésimo estado del césped, que hizo botar el balón como si fuera la carrera de una liebre. A cambio, el central marcó un gol a la salida de un córner. Van tres en este curso, todo un récord para él. Así es Puyol, un jugador que aparece en situaciones límite, cuando la máxima exigencia precisa de tanto corazón como cabeza. A punto de cumplir 34 años con las ilusiones intactas, puede que el club añore un capitán con un discurso más solemne, pero es imposible encontrar uno con más sentimiento. Hoy volverá a liderar a su equipo que recibe la visita de la Real Sociedad en el Camp Nou (22.00, La Sexta / Autonómicas).

Con él en el campo, el equipo azulgrana suma 54 partidos seguidos sin perder
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Puyol, futbolista del siglo pasado, debutó como lateral y parece que la defensa de tres hombres, que en teoría le perjudica, le ha venido al pelo. Puede que no le alcance para jugar en el eje si Guardiola quita un zaguero, porque tiene el pie fuerte, pero no se asusta al hacerlo por la banda. Su trayectoria es tan singular que ha sido capaz de deshacer el camino. Al revés de lo habitual, o por lo menos al revés de lo que hizo Paolo Maldini, que como Puyol, empezó jugando en la banda y dijo: "Para ser central, siempre hay tiempo". Para acudir al rescate del equipo, al melenudo le falta tiempo.

Bajó de las montañas para ser futbolista en el Barcelona y no paró hasta conseguirlo. "Su lema era morir antes que ceder", según contó Jordi Mauri, su entrenador en La Pobla, en Ona FM. Central corajudo de los de antes, capaz de jugar con una máscara para proteger una rotura de pómulo o con el alma hecha trizas, Puyi tiene intensidad, sacrificio, casta, carácter y orgullo. Lo bueno es que se anticipa muy bien, es rápido y cada vez más intuitivo en los saques de esquina. Desde su estreno con el primer equipo, el 2 de octubre de 1999, el futbolista de La Pobla de Segur acumula 538 partidos en los que ha conseguido marcar 12 goles, con una plusmarca anual de tres, una cifra que este curso ya ha igualado. Con él en el campo, el Barça suma 54 partidos consecutivos sin perder.

Más allá de Puyol, sin embargo, los defensas del Barcelona han sido protagonistas de los últimos nueve goles del conjunto de Pep Guardiola. Cuatro llevan firma de zagueros, tres los ha marcado Messi, los tres contra el Málaga, uno lo firmó Alexis y el otro Pedro. Tan destacada ha sido la aparición en el área rival de los defensas barcelonistas que el último clásico, con el acceso a las semifinales de la Copa del Rey en juego, lo resolvieron Puyol, de remate en plancha, y Abidal, apareciendo como si fuera Alves por la banda izquierda del Bernabéu. En Mestalla, Puyol se marcó dos ruletas de esas que ya intentaba cuando actuaba de delantero en La Pobla, según recordó ayer. Consciente de sus limitaciones, la temporada 2008 se dejó asesorar por Joan Vilà, el mismo que entrenó a Xavi, para tratar de asimilar conceptos tácticos que se le escapaban. Le vino bien perseguir el espacio en vez del balón. Por algo Oriol Tort, su avalista al entrar en La Masia, justificó el fichaje de aquel chaval melenudo y tosco con una frase histórica: "Nunca vi a nadie que tuviera tantas ganas de jugar en el Barcelona".

Creció aprendiendo de Guardiola o Luis Enrique y fue, de largo, de los que más sufrió el tránsito por el desierto que para el Barcelona supuso el final de la era de Josep Lluís Núñez en la presidencia del club, hasta la que arrancó Joan Laporta. El equipo no ganaba nada. Pese a esos años oscuros, su palmarés es impresionante.

Reconoce Thiago que el ejemplo de Puyol les ayuda a salir adelante en los peores momentos, y ayer, Guardiola, dándole la razón al chaval, aportó algo más al respecto: "Incluso cuando estuvieron cuatro o cinco años sin ganar un título, seguían tirando y no se escondían. Ahora es más cómodo jugar con estas trayectorias, lo malo era aquello. Es muy bueno para los pequeños tener un referente tan fiable como Puyol", sentenció el técnico.

Puyol celebra con Cuenca su gol en Mestalla.
Puyol celebra con Cuenca su gol en Mestalla.JOSEP LAGO (AFP)

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