El PP deja caer a Crespo para atajar el escándalo de Emarsa
El cortafuegos en torno a Barberá impide a Senent ir a la Diputación
El alcalde de Manises y vicepresidente de la Diputación de Valencia, Enrique Crespo, dimitió ayer de todos sus cargos y solicitó la baja temporal de militancia en el PP presionado por su propio partido. Crespo era, hasta la fecha, el cargo de mayor rango imputado en el caso Emarsa, un escándalo de corrupción que investiga un juzgado de Valencia por el que ya hay 27 personas implicadas y que afecta también a varios cargos de segunda línea del PP de la ciudad de Valencia.
El detonante de la renuncia de Crespo, que abandona su acta de edil y solicita la baja en el PP, ha sido la decisión del juez que investiga el saqueo de la depuradora de Pinedo en Valencia de imponer una fianza de 25 millones de euros de forma "solidaria y conjunta" a Crespo, que era presidente de Emarsa y al exgerente de la sociedad Esteban Cuesta. La cantidad es una estimación de los fondos públicos malversados.
El juez ha abierto una investigación sobre el patrimonio de Crespo, a quien la Agencia Tributaria atribuye una fortuna personal que no corresponde con los ingresos declarados. El notable patrimonio del vicepresidente de la Diputación se incrementó el pasado mes de diciembre al ser agraciado con el segundo premio del sorteo extraordinario de la Lotería de Navidad. Sus compañeros de la Corporación provincial, también afortunados, llegaron a asegurar que Crespo -que vendió el número a través de la agrupación local del PP que preside- tenía en su poder más de 10 décimos. Extremo que desmintió al ser requerido por el juez, ante el que declaró que solo le había tocado un décimo.
La dirección regional del PP ya había suspendido de militancia a Cuesta, tras conocerse el alcance del escándalo, hace varias semanas y estaba presionando a Crespo para que abandonase sus cargos ante la pasividad del presidente provincial del PP y de la Diputación de Valencia, Alfonso Rus, y de la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá.
Con la dimisión de Crespo, el PP de Alberto Fabra, además de lanzar un mensaje interno a otros cargos implicados en casos de corrupción, pretende cortar el escándalo de la depuradora antes de que alcance a Barberá.
"Crespo ha hecho lo que tenía que hacer, y yo se lo reconozco públicamente", admitió la alcaldesa, que aceptó la recomendación de que la vacante de Crespo en la Diputación de Valencia no la cubriese el edil y presidente local del PP, Silvestre Senent.Crespo sustituyó a Senent en 2002 como presidente del consejo de administración de la empresa que gestionaba la depuradora de Pinedo, en Valencia. El exconcejal del PP Juan Carlos Gimeno, imputado en el caso Emarsa, ha afirmado que las irregularidades en la depuradora se iniciaron antes de que llegase el dimitido alcalde de Manises y vicepresidente de la Diputación de Valencia.
Crespo se quejó ayer de que hasta la fecha no ha podido defenderse ante el juez que instruye el caso Emarsa, ya que no ha sido citado a declarar. También alegó que la instrucción judicial contiene "errores y falacias", y puso como ejemplo un informe de la Agencia Tributaria que le atribuye 480.000 euros en bonos de la Generalitat cuando solo tiene 48.000.
La renuncia del ya exalcalde de Manises permitirá al PP, que emitió una escueta nota de agradecimiento, poner en marcha la comisión de investigación aprobada en las Cortes Valencianas para delimitar las responsabilidades políticas del saqueo de la depuradora de Pinedo. El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, aceptó el pasado mes de diciembre la propuesta socialista de crear una comisión de investigación, aunque todavía no está constituida. La decisión levantó ampollas en el entorno de Rus y de Barberá, que no han adoptado ninguna medida para frenar el escándalo. Los socialistas anunciaron que tienen previsto pedir la comparecencia de la alcaldesa de Valencia y diputada autonómica en la comisión de investigación.
"Dimito para que no se utilice a Manises, ni al PP, como cabeza de turco" en el escándalo de la depuradora de Pinedo, argumentó Crespo, que admitió: "No puedo seguir así". El alcalde saliente reconoció que no había hablado con el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, de quien dijo que siempre le ha respetado la presunción de inocencia.
El próximo alcalde de Manises será el hasta ahora primer teniente de alcalde, Francisco Izquierdo, anunció Crespo, que dijo no tener idea de dónde han ido a parar los 25 millones de euros, como mínimo, en los que el juez Vicente Ríos calcula el desfalco en la empresa pública Emarsa.
El ya exalcalde de Manises volvió a insistir en que no tenía conocimiento ejecutivo de la empresa que gestionaba la depuradora de Pinedo, pese a que tenía firma para suscribir contratos y documentos junto con el exgerente Esteban Cuesta. Que el presidente y el consejo de administración no tenían idea del funcionamiento de Emarsa y que el juez no le ha llamado todavía a declarar como imputado fueron los argumentos centrales de su defensa. "Yo no tenía ni despacho en Emarsa", alegó Crespo, que también presidía entonces la Entidad Metropolitana de Servicios Hidráulicos (Emshi), de la que Emarsa era una filial.
Crespo recalcó que él solo propuso al gerente y que fue el consejo de administración de Emarsa, en el que estaba representada la oposición, el que votó su designación. Sin embargo, se negó a responder a la pregunta de quién le sugirió el nombre de Cuesta como gerente. En su comparecencia ante los medios en el Ayuntamiento de Manises, Crespo tampoco tuvo nada que decir sobre Jorge Ignacio Roca Samper, el titular de varias sociedades que facturaron hasta 15 millones de euros a Emarsa, en su mayor parte sin justificar. La Agencia Tributaria asegura que estas empresas carecían de medios para hacer los trabajos por los que facturaban. "No lo conozco, no lo he conocido nunca", dijo de este empresario imputado que está en paradero desconocido y para el que el juez ha lanzado una orden de captura internacional.
Crespo compareció acompañado de los concejales de su equipo de gobierno, a quienes agradeció su trabajo durante 12 años en la ciudad. El primer teniente de alcalde, Francisco Izquierdo, le sucederá en la alcaldía de Manises. Los tres grupos de la oposición -PSPV-PSOE, APM-Compromís y EUPV- se apresuraron a reclamar una auditoría tras la marcha del regidor.
Este miércoles, los socialistas, que son acusación popular en el caso, denunciaron la existencia de irregularidades que afectan a otras depuradoras. La diputada Carmen Martínez hizo público un documento en el que un imputado en el caso Emarsa facturaba por informes sobre cuatro depuradoras a una empresa adjudicataria de la Entidad Pública de Saneamiento de Aguas Residuales (Epsar), que depende de la Generalitat. El portavoz del PSPV-PSOE en la Diputación de Valencia, Toni Gaspar, aseguró que la dimisión de Crespo "es la primera, pero detrás deben ir todos los responsables del saqueo de Emarsa. Es necesario devolver la dignidad a la política".
La coordinadora de Esquerra Unida, Marga Sanz, aseguró que la renuncia de Crespo era "la crónica de una muerte anunciada, pero llega tarde y después de que muchos dirigentes del PP hayan sacado pecho, de manera vergonzosa, por él o hayan evitado pronunciarse sobre un caso en el que también tienen responsabilidades, como es la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá".
El portavoz de Compromís en la Diputación de Valencia, Emili Altur, lamentó que Crespo haya dañado la imagen de la Diputación de Valencia y se preguntó si el presidente provincial, Alfonso Rus, había contratado alguna vez con empresas de la trama Emarsa.
La sustitución del dimitido vicepresidente de la Diputación de Valencia también generó discrepancias. La alcaldesa de Valencia admitió que su concejal de Hacienda, Silvestre Senent, no asumirá el acta de diputado provincial, informa Alberto G. Palomo. "Me ha pedido que lo representara alguien de otro municipio", admitió Barberá, "y a mí me parece que no hay ningún inconveniente porque él ya ocupa un cargo muy importante y supondría un esfuerzo muy grande". Otros ediles del equipo de gobierno no tienen ese problema. Así, Marta Torrado no tiene inconveniente en compatibilizar el puesto de portavoz adjunta en el Grupo Popular en el Congreso y el área de Servicios Sociales en el Ayuntamiento.
Tras la renuncia de Senent, el puesto debería ser para Pepe Pons, el portavoz municipal de Alaquàs, aunque Rus, que ayer guardó silencio, buscaba que fuese una persona más afín, probablemente de Carlet.
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