Antonio Segura, el gran guionista del 'boom' del cómic español
Fue un autor imprescindible de los ochenta con 'Hombre', 'Bogey' o 'Eva Medusa'
Contaba hace un año Antonio Segura en su ciudad natal, Valencia, que en España te olvidas un cómic en una estación y nadie se lo lleva, a diferencia de lo que sucede en Italia o Francia, países donde nadie discute la naturaleza cultural del cómic. Antonio Segura, sin embargo, no será fácil de olvidar. Su nombre permanecerá en la memoria de los aficionados al cómic para adultos como uno de los grandes. Y su obra será el mejor antídoto contra el olvido. Falleció ayer a la edad de 64 años.
En los últimos años trabajó con gran éxito, sobre todo para Italia, escribiendo páginas de la saga de Tex, tan popular en el país transalpino, donde lo siguen comprando tres generaciones distintas, como en su momento ocurriera con El guerrero del antifaz en España. Pero Antonio Segura ya se había labrado un hueco entre los grandes guionistas de la historia del cómic mucho antes. Cuando España salía de uno de los agujeros negros de su historia, la dictadura franquista, y el subidón de adrenalina creativa daba lugar a una de las etapas artísticas más sugerentes y renovadoras. Corrían entonces los años ochenta y el cómic español estalló en un auténtico boom del que destacó Segura como una de sus estrellas con luz propia.
Tocó desde el género policiaco al de piratas, pasando por la ciencia ficción
Tal vez el gran público español no ponga especial atención en quién firma los guiones de las historietas, deslumbrado con frecuencia por el dibujante, pero cualquier buen aficionado al cómic para adultos sacará a relucir el nombre de Segura junto a su época dorada en España. Fue el autor de series tan celebradas como Hombre, Bogey, Kraken, Burton & Cyb o Eva Medusa. Trabajó junto a los mejores dibujantes y sellos del momento y participó en la creación de revistas míticas para los aficionados, como Cimoc, KO Comics o Metropol, gestionada por los propios autores.
Suyas fueron múltiples historias que tocaban sobre todo el género policiaco, el de ciencia ficción e incluso el de piratas. Una variedad que él mismo explicaba en una entrevista que le concedió al periodista y crítico Álvaro Pons: "Lo que ocurre es que cuando trabajas con un dibujante tienes que analizarlo muy bien para tratar de servirle en bandeja de plata lo que a él le gustaría escribir. Leo Sánchez [dibujante] era un enamorado del género negro y creamos Bogey. A José Ortiz le encantaban las historias del oeste y la ciencia ficción y de su cruce nació Hombre. [Jordi] Bernet, después de Sarvan, me pidió una serie donde pudiera disfrutar con un ambiente cerrado, denso, y creamos Kraken. Con Ana Miralles descubrí que no le gustaba dibujar vehículos, por lo que elegí un periodo histórico sin máquinas [Eva Medusa]".
En la misma entrevista, Segura subrayaba la preocupación por el precario lugar que el guionista de historietas ocupaba en España, donde "la industria del cómic no está programada para que el guionista gane dinero. Está pensada en todo caso para que el dibujante asuma esa función de éxito económico. El dibujante, en la mente de los fanáticos del cómic, toma la forma de un dios, autosuficiente, creador único de su obra y el guionista ofende a esa imagen. El dibujante, para ganar un sueldo digno, tiene que realizar muchas páginas. Un guionista, para intentar igualarle económicamente, tiene que escribir en el mismo tiempo dos Quijotes. En Italia es diferente, los verdaderos millonarios son los guionistas, porque allí, cuando un guionista crea un personaje y este triunfa en el mercado, a partir de ese momento le corresponden por vida los derechos de autor. En Francia la igualdad entre dibujantes y guionistas es al 50%".
El fallecimiento de Antonio Segura se ha producido pocos meses después de que muriera uno de los últimos grandes editores del cómic en Europa, Sergio Bonelli, su editor en Italia, para el que renovó su personaje más antiguo, el vaquero Tex.
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