El PSC se aproxima al pacto fiscal pese al rechazo frontal de Carme Chacón

El Gobierno catalán encauzará a partir del verano su estrategia para reclamar el pacto fiscal, la gran promesa de Convergència i Unió (CiU) que los nacionalistas pretenden convertir en una reivindicación mayoritaria en Cataluña. El Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) se aproxima con matices a la reclamación del pacto fiscal con la nueva dirección, comandada por Pere Navarro.

Su candidata en las elecciones generales, Carme Chacón, ahora aspirante a liderar el PSOE, no coincide plenamente con la estrategia del PSC, aunque la inmensa mayoría de los delegados catalanes votarán por ella en el congreso socialista que se celebra el fin de semana en Sevilla.

La semana pasada, Carme Chacón prometió combatir el pacto fiscal de CiU "con uñas y dientes". El PSC ya rebajó las palabras de la candidata y ayer corroboró sus diferencias con hechos. El líder parlamentario, Joaquim Nadal, y la portavoz adjunta, Rocío Martínez-Sampere, asistieron a un acto de la sociedad civil catalana para reclamar el modelo.

"Nosotros defendemos el pacto fiscal federal [promesa de Chacón en las elecciones] y estamos dispuestos a hablar de todo aquello que sea una mejora del modelo económico. Y para hablar, primero hay que escuchar", zanjó la portavoz adjunta del PSC, Laia Bonet.

CiU hurgó en las diferencias de actitud: "Celebro que la predisposición hacia este acto sea positiva y no se hable de uñas y dientes", dijo el portavoz Jordi Turull.

El acto, al que asistió el PSC, sirvió para renovar la reclamación de concierto económico que cinco entidades catalanas (Fomento del Trabajo, el Instituto Agrícola de Sant Isidre, la Sociedad Económica Barcelonesa de Amigos del País, el Ateneo Barcelonés y la Liga de la Defensa Industrial y Comercial) hicieron ante la reina María Cristina en 1899. Al cabo de 113 años, cuatro de las cinco entidades (la Liga desapareció) se volvieron a reunir para reclamar el pacto fiscal, en un acto al que también se añadieron los sindicatos Comisiones Obreras y UGT. Todos los partidos con representación parlamentaria, excepto el Partido Popular, Ciutadans y Solidaritat, apoyaron la reclamación con su presencia.

El encuentro demostró que, si bien la mejora del modelo de financiación es una reivindicación compartida por amplios sectores, su estructuración provoca divergencias. Dos entidades tan ideológicamente dispares como el sindicato Comisiones Obreras y la patronal Fomento del Trabajo consideraron que Cataluña debe ser solidaria con el resto de España, pero con un modelo de financiación diferenciado del que tienen las demás autonomías.

Discrepó Josep Maria Álvarez, secretario general de UGT, defensor de que la nueva financiación se generalice a las 17 comunidades autónomas. "Necesitamos la autonomía financiera", terció Miquel Roca, presidente de la Sociedad de Amigos del País, que comparó el acto con el de 1899. "La reivindicación es la misma, la tenacidad es la misma", aseguró. Roca, que defiende el modelo propuesto por el Gobierno, concluyó que esta propuesta "es de toda la sociedad catalana".