Detenida por tercera vez una banda de 'aluniceros'

Son jóvenes, de entre 20 y 30 años, nacieron en el barrio barcelonés de Horta, se dedican al robo y han sido detenidos al menos tres veces por los Mossos d'Esquadra. La policía catalana informó ayer de la desarticulación de un grupo de aluniceros (que estrellan coches contra las fachadas de establecimientos para saquearlos) que protagoniza por tercera vez una de sus investigaciones. "Es nuestro trabajo", se resignó ayer el jefe de investigación de Barcelona, el inspector Ramon Grasa, ante la reincidencia de los jóvenes.

Primero empezaron con tiendas de ropa, luego con ópticas, pasaron por los estancos y ahora están acusados de robar en 17 bancos. Los 13 detenidos (cinco de ellos han ingresado en prisión) sustraían, presuntamente, un vehículo utilitario que luego estrellaban contra la puerta de la entidad bancaria. Con el mismo coche, golpeaban el dispensador de dinero que tienen los empleados de la sucursal, lo arrancaban y se lo llevaban. Al final, quemaban el vehículo en algún lugar de Barcelona o su área metropolitana para no dejar rastro.

Según Grasa, los alunizajes para robar los dispensadores de dinero de los bancos son una novedad en España, aunque la técnica de estrellar el coche contra un banco o caja goza de bastante popularidad en otros puntos del territorio, como Madrid.

Gastar el dinero rápido

La policía calcula que en los 17 robos que ha cometido la banda en poco menos de un año se han hecho con 200.000 euros. En muchas ocasiones, los ladrones se encontraron con los dispensadores vacíos, pero cuando había botín, se lo gastaban con presteza, en fiestas y drogas. Los jóvenes estudiaban la zona antes de elegir la sucursal, pero improvisaban el momento del golpe. "Podían quedar, tomar unas cañas y luego salir a robar", según fuentes policiales.

Los Mossos detuvieron en diciembre a seis integrantes de la banda y, posteriormente, el 12 de enero dieron con los siete restantes, que acababan de saquear otra entidad bancaria. El grupo, además, robó tres estancos. Los acusados son amigos entre sí, pareja e incluso familiares, según contó Grasa. En el registro de cinco domicilios, los Mossos encontraron 60.000 euros y un arma de fuego y lograron recuperar 11 coches robados.