Políticos y teles autonómicas

Todos los españoles sabemos que las televisiones autonómicas son el órgano de propaganda de los respectivos Gobiernos autónomos, cualquiera que sea su signo político. Además, ninguna televisión autonómica es rentable y todas pierden dinero. Pero ese dinero no lo pagan los políticos, sino que lo pagamos nosotros, los contribuyentes españoles. Es decir, con nuestro dinero se financian unas entidades que no son rentables y que son utilizadas para hacer propaganda del partido de turno. Qué fácil es gastar el dinero ajeno. Si fuese su dinero, tendrían más cuidado en su gestión y administración.

Ahora leo en su periódico (EL PAÍS, 25-1-2012) que algunas comunidades autónomas van a externalizar programación a terceros. Y yo me pregunto, ¿quién ganará esos contratos públicos? Pues los mismos de siempre, es decir, los allegados al poder (conocidos, amigos, familiares, etcétera). A los ciudadanos de a pie nos cuesta mucho trabajo y esfuerzo prosperar, pero en cambio, la casta de los políticos y sus allegados prosperan con mucha facilidad. En poco tiempo, todos tienen grandes casas, buenos coches, varios y buenos salarios. ¡Qué envidia! El ciudadano normal tiene que romperse el lomo para garantizar el porvenir de su familia y algunas personas conectadas al poder, sin ningún tipo de conciencia de servicio público, les basta con eso, con estar bien conectadas.

No me extraña que la clase política sea considerada por los españoles como el tercer problema más grave. Es decir, que aquellos que se suponen que tienen que solucionar el problema, son ellos mismos el problema. ¡Qué ironía!.