Historias de un dios menguante
Narrativa. Los personajes que habitan los relatos de Historias de un dios menguante, de José Mateos (Jerez de la Frontera, 1963), no muestran emociones encontradas. La obra ilustra de manera contundente vivencias de descreídos, de hombres y mujeres cuyo vacío se disemina por doquier, ya instalado en la vana esperanza de un asesino, en el intelectual cabizbajo que somete su suerte a una llamada de teléfono o en la hija cuyo relato de vida se ilumina con el recuerdo de lo que antecede a la pérdida. El Mateos poeta, autor de Días en claro o La niebla, parece que pensó esos títulos para ofrecérselos a los futuros protagonistas de ese dios menguante, como si se tratara de claroscuros equívocos, y si el autor contrapone luz a las tinieblas es en los pormenores: ya en la ensoñación del asesino, la mano que acaricia la frente de una madre, o la estupenda entrada a la casa del mafioso, donde hay una apabullante argumentación del ser y parecer, pero ese ofrecimiento se les arrebata y en ese juego certero de resplandor y negrura que recorre la prosa honda y directa de Mateos, se señala de manera inequívoca el desarraigo de diferentes realidades, pues cada relato tiene un caudal de asuntos íntimos que nunca prescribe.
Historias de un dios menguante
José Mateos
Pre-Textos. Valencia, 2011
128 páginas. 13 euros