Antonio Álamo: "Los que no saben que no saben"
Aún no conocemos el alcance de esta crisis. Como admite J. K. Galbraith, los que hablan con seguridad se dividen entre los que no saben y los que no saben que no saben. La crisis no es solo una amenaza, sino que nos enfrentamos a ella a diario: nos enteramos de que este o aquel festival se ha clausurado, que un teatro ya no tiene programación (esos teatros que son como aeropuertos sin aviones) o que tal municipio está en quiebra y que te pagarán ya se verá cuándo. Es difícil predecir el futuro del teatro en este contexto cuando ni siquiera hay un mínimo acuerdo sobre hacia dónde nos dirigimos. No podemos saber cuál es el futuro del teatro, porque ni siquiera podemos atisbar el futuro del futuro. Por citar al de siempre, no digas que lo peor ha llegado mientras puedas decir esto es lo peor. Lo que yo creo es que el teatro no tiene futuro alguno, y nunca lo tuvo. Tampoco tiene pasado. Incluso la obra que hicimos hace dos temporadas ya no existe. El teatro solo tiene presente.
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