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Reportaje:COPA DEL REY | Vuelta de los cuartos de final

La autocrítica de Cesc

El medio reconoce que le cuesta mantener la posición y le falta la paciencia de Xavi

Ayer fue jornada de reflexión y también de autocrítica en el Camp Nou. La plantilla celebró antes que nada su situación en los distintos torneos en disputa: "Estamos donde queríamos", precisó Cesc Fàbregas, especialmente lúcido en su intervención, nada casual si se tiene en cuenta a los jugadores que han desfilado últimamente por la sala de prensa del Camp Nou, la mayoría portavoces del sentir del vestuario. Los azulgrana han alcanzado las semifinales de Copa, aguardan los octavos de la Champions, son segundos en la Liga y ya han ganado la Supercopa de España y de Europa y el Mundial de clubes. No han perdido un partido decisivo y siempre han jugado de acuerdo con su estilo, incluso en partidos muy apurados como el del miércoles contra el Madrid.

Así que los jugadores del Barça consideran que salieron "reforzados" de su último clásico, porque supieron "sufrir" y sacar su "orgullo" ante el que ha sido históricamente su mayor adversario: "Lo raro sería no pasarlo mal contra el Madrid", precisó Cesc. Hay coincidencia en la mayoría de opiniones, que abundan por lo demás en la necesidad de mantener la personalidad futbolística: "Lo fácil sería tirar el balón en las situaciones de apuro", insistió el volante internacional. "El míster, en cambio, nos anima a salir con la bola jugada desde atrás, cosa que es muy arriesgada, pero nos recompensa muchísimo". Al equipo le aguarda, sin embargo, un calendario muy exigente y una nómina de delanteros muy recortada por las lesiones de Villa, Afellay, Alexis e Iniesta que limita el total de efectivos a 14.

Alexis estará unos quince días sin jugar por un esguince en la clavícula e Iniesta será baja por tres semanas a causa de la tercera lesión en el bíceps femoral de la pierna izquierda -la número 11 del pantel azulgrana en la presente temporada-. A Guardiola no le quedará más remedio que recurrir a Cuenca y Tello y perseverar a Adriano como extremo zurdo para acompañar a Pedro y Messi. "No hay excusas, somos el Barcelona, y llegaremos hasta donde podemos porque somos una piña y tenemos confianza en los nuestros", afirmó Cesc, que no quiso pormenorizar en las cuitas que se produjeron en el partido contra el Madrid -"cada uno defiende lo suyo; nosotros hemos hecho los deberes"- y con Pepe: "No tengo nada que decir porque la acción que tuvo conmigo, cuando movió los brazos, fue totalmente involuntaria".

Una vez conseguido el objetivo deportivo a corto plazo, reafirmado el ideario futbolístico y asumidas las limitaciones de la plantilla por el número de lesionados, el Barça repasó también los errores individuales y colectivos cometidos el miércoles. La exposición de Cesc resultó especialmente reveladora: "Resulta que si no marco, parece que juego mal. No se me debe juzgar por los goles, porque no soy un goleador . Ni yo mismo, de todas maneras, estoy contento de mi partido. Tengo que mejorar muchísimo. Cuando juegas al lado de los que lo hacen bien, como Xavi, Iniesta, Busquets, y bajas un poco el pistón parece que lo haces mal. Es una pasada formar parte de este equipo con jugadores tan regulares. Aprendes mucho y te hace sentir fuerte mentalmente".

A Cesc, sin embargo, le resulta más fácil jugar de falso nueve o en la punta del rombo que como interior. "Arriba tienes más movilidad, te sientes más libre", precisó, "y domino más el juego rápido. Tengo siempre ganas de irme hacia adelante, por la costumbre del Arsenal, donde el fútbol tiene más nervio". "Al actuar de interior, en cambio, significa que hay que tener más disciplina, mantener la posición, y a veces me falta la paciencia de Busquets y Xavi. No es fácil. Tengo que aprender los movimientos, mejorar este software que ha creado el entrenador. Aunque he jugado en la casa de pequeño y me facilitan todas las cosas, no es fácil pillarlo. Yo soy el primero que me exijo". El Barcelona ha ganado verticalidad, llegada y gol con Cesc, y en contrapartida, a veces pierde control de juego y pausa.

Cesc, junto a Iniesta y Messi, en el partido del pasado miércoles ante el Madrid.
Cesc, junto a Iniesta y Messi, en el partido del pasado miércoles ante el Madrid.GUSTAU NACARINO (REUTERS)

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