Gestionar las expectativas
Google se ha encontrado con que le resulta difícil estar a la altura de las nuevas expectativas tecnológicas. Los ingresos del gigante de Internet se dispararon un 25% en el cuarto trimestre, pero sus acciones habían retrocedido un 9% a última hora del jueves.
Google no ha sido capaz de responder a las esperanzas de Wall Street, mientras que los resultados más modestos de Microsoft e IBM -y la mayor aproximación de Intel a las previsiones de los analistas- la han tranquilizado. En épocas de incertidumbre, es de prever que la vieja guardia del sector tecnológico pueda imponerse a otras opciones más novedosas.
Aunque las ventas de la empresa se quedaron cortas, siguen aumentando a medida que más internautas hacen clic en enlaces de pago, ven vídeos en YouTube y anuncios en sus pantallas. Estas tendencias tienen mucho margen de crecimiento. Y las dos plataformas más recientes de la empresa, los dispositivos móviles que usan el sistema operativo Android y la red social Google+, prometen proporcionar más dinero de publicidad. Cada día se encienden unos 700.000 teléfonos inteligentes con Android . Y Google+ tiene 90 millones de usuarios, más del doble de los que tenía al final del tercer trimestre de 2011.
Pero el crecimiento de Google está costando dinero. Sus gastos aumentaron en el cuarto trimestre y la cantidad que los anunciantes estaban dispuestos a pagar por cada clic disminuyó, lo que provocó que los ingresos netos creciesen solo un 6% respecto al año anterior. Esto no es mucho mejor que el incremento de los beneficios publicado por la claramente madura Microsoft, cuyos ingresos se quedaron igual, y la centenaria IBM, donde subieron un 4%. Y el aumento de los beneficios de Google no pasó de ser similar al de Intel, aun cuando el fabricante de procesadores tiene por ahora pocas posibilidades de pasarse a la informática móvil.
No ayuda el hecho de que Google les recordase a los analistas que los costes aumentarán en el primer trimestre, mientras que IBM les decía a los inversores que las ganancias de los próximos años serán ligeramente mejores de lo esperado. La gente ha llegado a esperar más de Google y, en consecuencia, otorga a la empresa un múltiplo de valoración más alto. Antes de las noticias del jueves, la compañía cotizaba a 14,5 veces las ganancias previstas para 2012, frente al 10 y el 12 de Microsoft e IBM, respectivamente.
Con unos mercados asustadizos y los resultados de Google enormemente condicionados por una publicidad cíclica, parece como si los inversores no estuviesen muy dispuestos a conceder a la empresa el beneficio de la duda de que el crecimiento de los ingresos vaya a ir seguido de unas ganancias elevadas. Las empresas tecnológicas más maduras, por otro lado, cuentan con el lujo de unas expectativas más modestas.
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