Ferméntese en tinajas
La televisión lo cambió todo: la serie Dae Jang Geum, sobre el ascenso en la corte del siglo XV de una aprendiz de cocina, reforzó la autoestima culinaria coreana. "Teníamos una estructura rígida de comida continental de hotel", explica Yim Jung Sik (1978), acaso el más revolucionario de los jóvenes: por vez primera, aplica técnicas contemporáneas a productos básicos, como panceta de cerdo cocida al vacío.
En sus locales en Seúl y Nueva York (www.jungsik.kr), este chef de vocación tardía ("me convencieron mis superiores en la mili") evidencia su formación vasca, en Akelarre y Zuberoa. No es el único: Jung Yoon Choi (Sempio) fue alumna de Adrià, y San Hoon Degeimbre (L'Air du Temps, dos estrellas), de la escuela belga.
La Korean Food Foundation atribuye la longevidad patria a su nutrición. Sin pescado crudo ni casi grasa, no se parece a ninguna. Se basa en la verdura y en los alimentos fermentados: el kimchi (col macerada con pimienta, agria y picante) y los condimentos de soja (jang), que maduran décadas en tinajas a la intemperie. "Ahora debemos refinar esas preparaciones", dice Yim.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.