"Esto es un linchamiento"
200 personas apoyan a Garzón frente al Supremo - Achacan el juicio a los celos de los magistrados
"Es una cacería", "un linchamiento", "un escándalo", "celos y envidias entre jueces". Ayer, a las puertas del Tribunal Supremo, donde el juez Baltasar Garzón estaba siendo juzgado por las escuchas del caso Gürtel, y donde se concentraron unas 200 personas en su apoyo, nadie hablaba de juicio. Todos tenían una teoría sobre cómo el magistrado de la Audiencia Nacional había llegado allí, al banquillo, para responder, como acusado, a preguntas de los abogados de los cabecillas de la red corrupta. Y ninguna de esas teorías tenía que ver con la palabra justicia.
"Esto no es un juicio, es un linchamiento", dijo el diputado de IU Gaspar Llamazares, sosteniendo, con represaliados del franquismo y la actriz Pilar Bardem, una enorme pancarta de apoyo al juez. "Es un esperpento nacional y un escándalo internacional. La sala segunda del Tribunal Supremo se ha confabulado con el franquismo y la corrupción". Llamazares comparó las tres causas contra Garzón con "una bomba racimo" -"si no se lo cargan en una, caerá en la siguiente"-, y con un "aviso a navegantes", que anima a otros jueces a no investigar casos de corrupción para "no meterse en líos". El líder de IU, Cayo Lara, habló de "cacería". "Es la mayor injusticia del siglo XXI", dijo.
Mientras, familiares de víctimas del franquismo, que recibieron con un largo aplauso a Garzón y al grito de "¡fascistas, fuera!" a los magistrados que iban a juzgarle, clamaban: "¡Es inocente!". Muchos sostenían imágenes de sus parientes desaparecidos durante la Guerra Civil. Otros llevaban caretas del juez juzgado.
"Estoy sufriendo mucho. Esta no es la España que yo quería ver", declaró el hispanista Ian Gibson. Juan Vallejo, represaliado del franquismo, analizaba así los problemas de Garzón: "Sus colegas le tienen mucha envidia porque es más conocido". Durante hora y media repitieron: "¡Es el mundo al revés: fascistas y corruptos juzgan al juez!". Después, se fueron. Pero piensan volver. Algunos además, declararán como víctimas del franquismo en la segunda causa contra el juez.
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