Defenderse al ataque

Seguramente Marcelo Bielsa lo explicaría de manera profunda, pero lo cierto es que no hay mejor defensa que un buen ataque. El Athletic, que esta noche recibe al Mallorca en la ida de los cuartos de la Copa (20.00, Canal+ Liga/Gol TV), se defiende mejor con menos gente y jugando al pie que con mucho personal en el camarote. Es el tercer equipo con menos goles encajados (19) en la Liga, empatado con el Valencia, y es también el cuarto más goleador (26), igualado con el Atlético. Solo los dos primeros se escapan de su atmósfera. A partir de ahí, las cifras se equilibran y se incrusta entre el Valencia de la Champions y el Atlético que aspira a la Liga Europa, pero no está.

Las definiciones en el fútbol suelen ser complejas. ¿Qué ocurre cuando un equipo es tan defensivo que encaja muy pocos goles, pero a la vez consigue tantos que parece muy ofensivo? Equilibrio quizás se llame la figura futbolística a la que se agarra el Athletic, que ha ampliado además su nómina de goleadores en detrimento de un killer especializado.

El Mallorca iguala todavía más sus cifras. Solo 16 goles le contemplan en la red contraria a cambio de 24 en la propia. La economía de guerra es evidente, aunque en la Copa se desmelenó con la Real Sociedad para endosarle seis tantos en un santiamén. Son trayectorias distintas las que hoy se enfrentarán en San Mamés en el partido de ida de los cuartos de final de la Copa del Rey con el añadido del emotivo retorno de Joaquín Caparrós a la Catedral.

No obstante, en Bilbao prevalece la imagen del trabado partido liguero en el estadio mallorquín, con el utrerano en el banquillo, que se saldó con 37 faltas del equipo bermellón, una cada 2m 42s. Es decir, un encuentro imposible de jugar que acabó con un empate (1-1) intrascendente. San Mamés se pregunta si Caparrós intensificará ese registro teniendo en cuenta que no es la Liga, sino la Copa -más urgente-, y en campo contrario, lo que siempre anima al reservismo.

Caparrós se deshizo en elogios hacia su exequipo. "Un club con cuya filosofía me identifico", subrayó el técnico; "soy un defensor a ultranza de todas sus costumbres. Se trata de un grandísimo club al que estoy muy agradecido; a su afición, dirigentes y jugadores, porque gracias a ellos he disfrutado de la profesión de entrenador".