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Reportaje:COPA DEL REY | Ida de los cuartos de final

El rombo como norma en el Barça

Los centrocampistas azulgrana han ganado verticalidad y gol con el 3-4-3, pero el conjunto ha perdido pausa y control, sobre todo lejos del Camp Nou

Ramon Besa

Acabado el partido contra el Betis, Guardiola se sinceró: "Jugamos un poco con fuego". Y, para contextualizar su percepción, abundó: "A veces parece que después de haber ganado tantos títulos, hace falta llegar a una situación límite para dar un paso adelante". "Cesc se ha echado el equipo a la espalda, Iniesta también...", remachó el entrenador del Barça. "Yo no voy a dudar nunca de los jugadores".

El Barcelona reaccionó a tiempo el domingo ante el Betis después de desperdiciar una ventaja de dos goles (4-2). No ocurrió lo mismo en Anoeta (2-2), Cornellà (1-1), ni mucho menos en Getafe (1-0), y solo espabiló en Mestalla (2-2) y San Mamés (2-2) después de ir por detrás en el marcador. Incluso su victoria en el Bernabéu (1-3) se produjo tras conceder un tanto a los 20 segundos.

Xavi: "No sabemos especular. Iremos al ataque. Seremos valientes"
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"No tenemos una teoría para saber por qué ocurre", respondió ayer Xavi. "Este año se nos complican un poco más los encuentros". No se cuestiona, en cualquier caso, la idea de juego ni el estilo, y menos en vigilias de volver a Madrid en partido de Copa. "No sabemos especular", reiteró el interior azulgrana. "Seremos valientes, como siempre. Iremos al ataque; nos puede ir mejor o peor, pero intentaremos hacer el máximo número de goles".

Nadie mejor que Xavi para expresar el cambio del Barça: ha marcado más goles que nunca a estas alturas (nueve) y en cambio su participación en el juego es a menudo tan discontinua como decisiva. Los mejores momentos del equipo se han dado cuando Xavi ha sido protagonista. A veces, sin embargo, el fútbol se descontrola, pierde pausa, se entrega al vértigo y se echa de menos a Xavi.

El rombo condiciona el juego. Ha dejado de ser un recurso, utilizado en caso de necesidad en tiempos de Cruyff y Rijkaard, y ha pasado a ser prácticamente una norma, incluso en partidos en que no parece recomendable por la manera de atacar del contrario. Guardiola ha optado por juntar a los cuatro centrocampistas internacionales: Xavi, Busquets, Iniesta y Cesc. Ha ganado un medio por un defensa y el equipo se despliega a partir del 3-4-3. Un dibujo que tiene matices por la versatilidad de Cesc e Iniesta, capaces de convertirse en delanteros, y de Alves, en ocasiones extremo y otras lateral, momento en que el plantel se recoge en un 4-3-3.

Ha aumentado la participación ofensiva de los medios -si Xavi suma nueve goles, Cesc totaliza 14- y el equipo ha ganado verticalidad. A cambio, parece más vulnerable, porque a veces mengua la posesión del balón y disminuye su capacidad para gobernar los partidos. No presiona bien, las líneas no están juntas, el campo se le hace más largo y le falta sincronización y precisión.

Los rivales, por lo demás, le atacan mejor por los flancos y a los centrales le toman la espalda. Los problemas se evidencian más en campo contrario -una derrota, cuatro empates y tres victorias- que en casa, donde no encajaba un gol desde el 13 de septiembre con el Milan. Messi solo metió un tanto en cancha ajena, un dato revelador en un colectivo que no sabe descansar con la pelota.

Guardiola cree que las disfunciones del equipo no son por el dibujo, la táctica o la preparación física, sino que dispone precisamente el 3-4-3 porque exige una máxima atención e intensidad. Es la mejor manera para espabilar. El entrenador varía precisamente la composición del plantel y evoluciona el juego continuamente para que los futbolistas no se acomoden en las victorias del pasado ni los rivales le tomen el truco. Guardiola ha dicho que lo que le ocurre ahora al equipo -cierta pérdida de tensión competitiva- pensaba que le podía haber pasado hace dos años, y de ahí su confianza en un plantel que responde cuando en juego está un título o un encuentro decisivo como en Milán o Madrid. En el momento en que el Barça no ha conseguido marcar las diferencias con el juego, sin embargo, ha reaparecido la polémica arbitral. "Los colegiados nos han perjudicado esta temporada más que beneficiado, pero otros años ha sido al contrario. No pasa nada", argumentó Xavi, después de recordar los penaltis no pitados en Cornellà, Mestalla y contra el Betis. "Ahora de lo que se trata es de ser protagonistas en Madrid. Hay que concentrarse".

Xavi celebra su gol al Betis el domingo.
Xavi celebra su gol al Betis el domingo.JOSEP LAGO (AFP)

Abidal renueva

Abidal, de 32 años, continuará al menos una temporada más en el Barça, hasta el 30 de junio de 2013. El jugador y el club llegaron ayer a un acuerdo que incluye la posibilidad de prorrogar el contrato hasta 2015, con renovaciones automáticas anuales. Renovado Abidal, el único jugador cuya vinculación acababa el próximo 30 de junio, el Barcelona aspira ahora a asegurarse la continuidad de Guardiola y de Cuenca.

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Sobre la firma

Ramon Besa
Redactor jefe de deportes en Barcelona. Licenciado en periodismo, doctor honoris causa por la Universitat de Vic y profesor de Blanquerna. Colaborador de la Cadena Ser y de Catalunya Ràdio. Anteriormente trabajó en El 9 Nou y el diari Avui. Medalla de bronce al mérito deportivo junto con José Sámano en 2013. Premio Vázquez Montalbán.
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