¿Dónde queda la austeridad?

El Gobierno anunció el "principio del principio" con congelaciones del SMI a los trabajadores para aplauso empresarial y doble sacrificio del trabajador, directo en el salario e indirecto por la penalización de la Seguridad Social, así como recortes en el sueldo ya recortado a los funcionarios, que las comunidades autónomas se apresuran a imponer en su ámbito y con los que se ensaña la Comunidad de Madrid aumentándoles, además, el tiempo de trabajo y penalizando incluso a los enfermos.

Pero no llueve igual para todos, tampoco en mi localidad, donde la víspera de Reyes la mayoría absoluta del PP ha aumentado los salarios a sus ediles y cargos de confianza, justificados estos en el BOCM como "personal eventual para el desempeño de las funciones de confianza y/o asesoramiento que le sean encomendadas", es decir, sin tarea prevista, en un Ayuntamiento con 50 millones de euros de déficit reconocido. ¿Para cuándo la coordinación interadministrativa? Vista la discrecionalidad, lo que todavía no se entiende es que las Administraciones no imiten los sueldos millonarios de Bankia y otras entidades, financieras o no.

A lo mejor aún se lo tenemos que agradecer, pues seguro que no sería ilegal como los dispendios en obra pública inútil cuya deuda se está pagando, donde pueden, que en Valencia se quedaron sin recursos para hacerle frente. Las medidas de ajuste y recorte afectan al 24% de las familias cuya situación económica es mala o muy mala, pues al 48% le va bien o muy bien y al 28% regular, según el barómetro de Metroscopia, por lo que cabe extenderlas a los sectores mejor librados, si se dejan.