Coma y Despres, viejos enemigos
La cordialidad dura poco en KTM, que había pedido a sus estrellas que mejorasen su relación
Era un río seco, pero de esos que a menudo acumulan lodazales tras las fuertes lluvias. Cyril Despres rodaba deprisa, confiado, cuando de repente, en lo que creía tierra firme, se encontró una zona mucho más húmeda: su rueda delantera se clavó en el barro y también lo hizo él. Así fue el tropezón, el lunes, de uno de los motociclistas favoritos del Rally Dakar. El otro aspirante, Marc Coma, compañero suyo en KTM, había pasado por el mismo lugar unos segundos antes y salvado el problema como pudo. Sin embargo, la dirección de la carrera estimó que ese área estaba impracticable y decidió redibujar el recorrido después de que pasara por ella una decena de pilotos. A quienes habían perdido tiempo se lo devolvió. Fue así como Despres, que habría cedido más de nueve minutos en la clasificación general a favor de Coma, redujo esa desventaja a menos de dos.
"Tengo la sensación de luchar contra muchas cosas", se lamenta el español
La polémica visitaba de nuevo el campamento de Antofagasta y enfrentaba también de nuevo a dos viejos enemigos: Despres y Coma, compañeros y algo más que rivales desde que precisamente Antofagasta se convirtiera en el escenario de su primer gran enfrentamiento a cuenta de una acusación que nunca pudo demostrarse cierta. Ocurrió dos años atrás. El francés tildó al español de tramposo y dijo haber visto cómo se paraba en mitad de una etapa y entraba en una caseta en la que, supuestamente, habría cambiado de forma ilegal un neumático. Marc Ducrocq, el jefe de los comisarios, el mismo que el pasado lunes firmaba la resolución que hacía irrisoria la renta que había logrado en la pista, impuso a Coma seis horas de penalización aunque existían más indicios que pruebas.
Aquello terminó por romper una relación que, aunque nunca fue de amistad, se movió entre la cordialidad y el compañerismo. La rivalidad, sin embargo, se comió los buenos gestos y las buenas palabras. Nadie les discute la carrera, que solo se debate entre ambos desde 2006. Cada uno acumula tres títulos. Así que el desempate tampoco estará exento de polémica en 2012.
Ayer, en la especial más larga, Coma, que abría la ruta como vencedor de la última etapa, cedió 3m 54s a Despres, que se encontró el terreno más abonado. El catalán dijo haber corrido "con la sensación de tener que luchar contra muchas cosas". "No ha sido un día fácil. Los pensamientos se me iban hacia lo que ocurrió el día precedente. No es fácil cuando una decisión te perjudica sin tener ninguna culpa", añadió.
Despres, ganador de la etapa y de nuevo líder, bromeó con lo cansado que se sentía después de haber tenido "una sesión de halterofilia para sacar la moto del barro". Pero torció el gesto cuando se le preguntó por ese episodio: "Ya empezamos... A mí me gusta el rugby porque es un deporte en el que el árbitro toma una decisión y nadie la discute". No admitió más preguntas al respecto.
La noche antes, Coma había explicado, tras reunirse con él, que había mostrado al director deportivo, David Castera, su malestar por el proceder de la organización: "El rally siempre ha premiado a los que superan las dificultades. Esto va contra el espíritu de la competición".
La tirantez habitual entre Coma y Despres era extrema desde la tarde del lunes. Ayer, al final de la etapa, pegadas como están las carpas de sus respectivos equipos de mecánicos, la tensión se podía cortar incluso con uno de esos cuchillos de plástico que se reparten en el comedor del vivac. Nunca fueron amigos y, pese al intento del equipo que los ampara, vuelven a ser enemigos declarados.
Pocos días antes del rally, KTM llamó a capítulo a sus estrellas. "Llegó un momento en que la situación era extrema incluso para KTM, puesto que compartimos la parte técnica y tenemos el mismo jefe de mecánicos. Así que el equipo nos pidió que quitáramos un poco de presión. No tenemos 15 años ni él ni yo. Creo que debemos ser lo suficientemente maduros para que la rivalidad se quede en la pista y haya una línea que no se pase", reconocía Coma el día antes de que arrancara la prueba en Mar del Plata. Pero la paz ha durado poco.
NOVENA ETAPA: MOTOS: 1. Despres (Fra./KTM). 2. Coma (KTM), a 3m 54s. 3. Barreda (Husqvarna), a 8m 28s. General: 1. Despres. 2. Coma, a 2m 28s. 3. Rodrigues (Por./Yamaha), a 59m 19s. COCHES: 1. Gordon (EE UU/Hummer). 2. Peterhansel (Fra./Mini), a 1m 38s. 3. Roma (Mini), a 8m 37s. General: 1. Peterhansel. 2. Gordon (EE UU/Hummer), a 5m 58s. 3. Holowczcyc (Pol./Mini), a 16m 49s. 4. Roma, a 19m 26s.
Abandono de Al-Attiyah
Los primeros kilómetros con el Hummer con el que Nasser Al-Attiyah y Lucas Cruz pretendían desafiar al desierto de Atacama los recorrieron por Mar del Plata hace menos de dos semanas. Ellos solo habían competido juntos en una ocasión, hace un mes, en el Rally de la Baja Catar, que ganaron. Pero ni el talento del catarí ni las aptitudes del español para la navegación o la mecánica han sido suficientes para competir contra la escasa fiabilidad del coche. Ayer abandonaron después de haber tenido que parar en tres ocasiones durante la especial entre Antofagasta e Iquique por problemas con el alternador y la correa de este. Fue una más de las muestras de debilidad de un vehículo que empezó a fallar en la primera etapa.
Al-Attiyah y Cruz han sufrido problemas con la presión del aceite, con un neumático mal fijado y con el alternador en dos etapas diferentes. Y, además de perder preciosos minutos arreglando el Hummer en mitad de las etapas, han perdido también los nervios en más de una ocasión por la falta de profesionalización del equipo, que les cedió un coche a última hora para que pudieran disputar la prueba.
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