Cómo lidiar con la subida de impuestos
Estrategias de inversión para suavizar las liquidaciones de 2012 y 2013
El paquete de medidas de ajuste aprobado por el Consejo de Ministro del pasado 29 de diciembre obliga a hacer números. Las subidas de impuestos incluidas en ese plan exigen replantearse ciertas estrategias de inversión y de retribución para planificar, en la medida de lo posible, el pago de impuestos de los dos próximos años.
Como cambios oficiales aprobados ya en el IRPF para 2012 (y 2013) se incluyen los siguientes: nuevos tramos en la tarifa con tipos entre el 24,75% y el 52% (con permiso de las comunidades autónomas, que en algunos casos los suben algo más); y nuevo gravamen para las rentas del ahorro, que se sitúa en el 21% cuando estas no superen los 6.000 euros anuales, en el 25% por encima de la cifra anterior y hasta 24.000 euros, y en el 27% las que excedan esta última cantidad.
Las acciones y los depósitos pierden buena parte de su atractivo
Los dos próximos años será más rentable aportar al plan de pensiones
Sin cambios queda, por el momento -todo es susceptible de necesitar una modificación "urgente"-, lo que respecta a la fiscalidad de los dividendos (no se tributa por los primeros 1.500 euros); en la del rescate de los planes de pensiones privados (rendimientos del trabajo); en la no tributación de los traspasos entre fondos de inversión (únicamente afloran plusvalías por las que pagar cuando efectivamente se recupera lo invertido); en la compensación de ganancias patrimoniales con pérdidas patrimoniales, y en la posibilidad de aplicar una reducción del 40% sobre 300.000 euros por rentas que se generan en más de dos años, entre otras.
"Con estos mimbres" se ha de "hacer la cesta". Tiempo hay para planificar no la próxima declaración de la renta (la que se presentará en mayo próximo, pero corresponderá al año 2011), pero sí las dos siguientes, las de los ejercicios 2012 y 2013, periodo en el que estará teóricamente vigente este nuevo marco fiscal.
Planes de pensiones privados (o cualquier otro sistema de previsión social). Si quiere rebajar los impuestos a pagar en 2012 y 2013, estos son los años en los que saldrá más rentable fiscalmente hacer aportaciones. Puede llegar a ahorrarse hasta un 52% de lo aportado (y más en algunas comunidades autónomas) [ver cuadro]. Por el contrario, al haberse elevado la tarifa del IRPF, en la medida de lo posible conviene retrasar el cobro de las prestaciones y, de hacerlo, recurrir a las satisfechas antes del 1 de enero de 2007 para aplicarse una reducción del 40%. No hay que olvidar que los rescates en forma de renta pueden establecerse libremente -decidir el importe a recuperar cada año-. En cualquier caso, en materia de rescate de estos planes habrá que estar atento a posibles novedades, que podrían mejorar su tratamiento fiscal actual.
Fondos de inversión. Aunque sea relativamente -no se ha modificado su tributación-, estos productos mejoran su fiscalidad al permitir variar las estrategias de inversión (se puede traspasar el ahorro de uno a otro tantas veces como se quiera) sin asumir el pago de impuestos. A lo largo de los dos próximos ejercicios, siempre que no se necesite liquidez que obligue a deshacer posiciones de forma efectiva (y, por tanto, sí tributar), se podrá "jugar" con ellos en busca de la mejor rentabilidad financiera.
Acciones. Como no gozan de la ventaja anterior y a partir de ahora es más caro fiscalmente obtener con ellas ganancias patrimoniales, "pierden" un cierto atractivo. Aunque nunca hay que olvidar que es mucho mejor obtener plusvalías y tributar por ellas que no hacerlo, una buena manera de aligerar las próximas facturas por IRPF será realizar minusvalías para compensarlas y así ahorrarse los impuestos correspondientes a las primeras. Dentro de los títulos de renta variable, los que abonan dividendos mejoran relativamente su tributación, ya que permiten obtener unos rendimientos de hasta 1.500 euros anuales sin coste fiscal.
Depósitos. Dentro de lo posible, a lo largo de los dos próximos años será también conveniente aplazar la percepción de rendimientos del capital mobiliario como lo son los intereses abonados por los depósitos. Se logrará diferir el pago del impuesto (tipos del 21%, 25% o 27%). Es previsible que las entidades financieras amplíen su oferta con depósitos que generen intereses en plazos bianuales; al fin y al cabo, esta era una práctica común hace no demasiado tiempo cuando la tributación de estos rendimientos incorporaba descuentos fiscales. El objetivo es lograr generarlos a partir de 2014, cuando teóricamente se volverá a "la normalidad" en el IRPF.
Rentas irregulares, retribuciones en especie varias. Este ejercicio se plantea como un buen año para pactar con la empresa, en la medida de lo posible, bonus por incentivos a más de dos años siempre que no sea recurrente. Cuando se perciba dicha renta, por un lado, se podrá reducir su importe en un 40%, sobre un máximo de 300.000 euros, y por otro, se diferirá el pago de impuestos prácticamente hasta mayo de 2015. En 2012 se dibuja, al haberse elevado la tarifa, como aún más beneficiosa la transformación de algunas retribuciones dinerarias por otras en especie que no tributan (cheques transporte, guardería, seguro médico...).
Hipotecas. Endeudarse para adquirir una vivienda en 2012 tendrá "premio fiscal" al haberse vuelto a declarar universal esta deducción (15% sobre 9.040 euros por persona, lo que equivale a un ahorro de impuestos de hasta 1.356 euros).
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