A Digna Marciana le ha tocado el Gordo

Filogonio, Austricliniano, Burgundofora, Canuta, Filonila, Quintilia, Especioso, Pantaleona... Gracias a ellos se hizo famoso Huerta de Rey (Burgos, 792 habitantes), el pueblo de España con más nombres raros. Allí acudió una conocida bebida a rodar un anuncio en el que los vecinos se proponían cambiar -por desentonar con el resto- el nombre del alcalde, Antonio - "¿En qué estarían pensando sus padres?", se preguntaba uno-. Y allí cayó ayer la mayor parte del Gordo de El Niño.

Digna Marciana, una de las agraciadas -compró a medias el décimo ganador con una amiga- tenía muy claro lo que iba a hacer con el premio: "¿Para qué quiero yo el dinero? Tengo 85 años. Se lo voy a dar a mis ocho hijos. Muchos están en paro. Uno lleva tres años sin trabajo".

Un bar, El Frontón, vendió 39 series del 71208 y repartió 78 millones de euros. Su propietario, Iván Izquierdo, que se quedó varios décimos, aunque no quiso aclarar cuántos, explicaba menos de una hora después de haberse convertido en millonario: "Estoy como loco. Esta mañana estábamos solos en el bar mi padre, un cliente y yo. Cuando vimos que había salido nuestro número, nos quedamos de piedra. Ahora hay unas 600 personas aquí y se ha acabado la bebida".

Izquierdo estaba muy contento por haber podido repartir entre su clientela dinero y alivio: "En esta zona hay muchas empresas de aserraderos, puertas... que con la crisis de la construcción se han quedado en paro, así que esto va a venir muy bien". Naturalmente, el hostelero también estaba contento por él mismo. Su vida va a cambiar radicalmente. "Esto es muy esclavo. Yo echo en el bar unas 16 horas al día. Abrimos toda la noche, viene mucha gente joven... Ahora descansaré más".

Marta Maté, de 32 años, clienta del bar, explicaba que toda su familia había comprado el número ganador. "En total, nos han tocado tres millones de euros".

A unos 30 kilómetros, en San Leonardo de Yagüe (Soria), Emiliana Puertas celebraba que su administración había vendido el Gordo de El Niño, aunque apenas tenía a nadie a quien felicitar porque casi todos los décimos se habían ido a pueblos cercanos: Huerta de Rey y Salas de los Infantes. "Este es el cuarto premio grande de Navidad que doy en los 20 años que hace que tengo la administración", y sugería: "Deberían ponerme una calle en el pueblo". Al establecimiento se acercó un señor que dijo que le había tocado a toda su familia, menos a él, y varios empleados de bancos cargados de planes para los afortunados. A la propia Emiliana le tocó hace años un buen pellizco del Gordo: 60.000 euros.

El segundo premio, el 92225, con un millón de euros a la serie, estuvo muy repartido. Se vendió en poblaciones de Barcelona, Lleida, Madrid, Cádiz, Asturias, León, Alicante, Salamanca, Zamora, Cáceres, Ciudad Real, Tenerife, Valencia, Baleares, Granada, Tarragona, Guadalajara, Málaga, Las Palmas, Valladolid, Huesca, Pontevedra, Toledo, Almería, Sevilla y en Lorca (Murcia), donde el año pasado un terremoto causó la muerte de nueve personas.