Una técnica laboriosa para controlar el gasto
A Elena Muñoz Fonteriz, la nueva conselleira de Facenda, no se le conoce ninguna proyección social que pudiera anticipar o avalar su capacitación política para el cargo que va a desempeñar. Todas las impresiones recogidas por este periódico apuntan a su condición de buena funcionaria, rigurosa y muy trabajadora. Nada más. Tampoco tiene ninguna experiencia profesional en la empresa privada. Este perfil profesional sin relieves políticos, enteramente burocrático, seguramente lo hace indicado para el papel, casi exlusivo, que Núñez Feijóo le depara en su Gobierno: el de control del gasto.
Con su nombramiento, el presidente de la Xunta subraya su apuesta por la continuidad en las políticas de austeridad y control de las cuentas que ya formuló en la campaña electoral y que su gestión ha concretado en los recortes diligentemente aplicados por la anterior conselleira, Marta Fernández Currás, de quien la propia Elena Muñoz parece una prolongación rescatada en las grisuras de la burocracia. Como la propia Fernández Currás, interventora general de la Xunta bipartita antes de que Feijóo la convocase para formar parte de su Gobierno.
Es el mismo cargo que desempeñaba hasta ahora Muñoz, al que fue promovida por la anterior conselleira. La nueva titular de Facenda entró en la Xunta por oposición en 1999 y ha recorrido, en amistad y compañía de Currás, todo el escalafón: jefa de servicio, subdirectora general e interventora general. Con la misión, siempre, de controlar las finanzas.
De carácter afable, Muñoz nació en Madrid hace 40 años, aunque casi siempre ha vivido en Vigo, desde donde diariamente se desplaza a Santiago. En su universidad estudió Económicas y se especializó en Economía Pública. Habla inglés mejor que gallego -tiene familiares en el Reino Unido-, está casada con un director de sucursal del BBVA y el matrimonio tiene dos hijas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.