Diseño a largo plazo

El buen diseño es el que acepta el paso del tiempo y sigue teniendo vigencia. Así lo concibe Héctor Diego, el diseñador valenciano cuyos productos de interior han sido elegidos -por segundo año consecutivo- entre lo mejor del diseño mundial. En 2010 recibió el máximo galardón del Chicago Athenaeum por su banco Plane y en 2011 vuelve a entrar en el templo del diseño internacional -la colección permanente del Museo de Diseño de Chicago- al recibir el galardón a la excelencia y calidad por el diseño del sofá Highback Noon, fabricado por la firma valenciana Koo International.

Este joven diseñador, licenciado por la Universidad Cardenal Herrera CEU, se confiesa un apasionado de los clásicos del diseño moderno. "Me gustan las sillas de Michael Thonet, Charles and Ray Eame y Hans J. Wegner, las lámparas de Castiglioni, las piezas tapizadas de Pierre Paulin y de quien para mí es el diseñador total: Arne Jacobsen, que tiene piezas maestras en todos los campos", cuenta el diseñador.

Sus piezas son funcionales y de acabados avanzados

Trabaja en el Proyecto Beta, de diseño integrado

Héctor Diego eligió el diseño industrial como respuesta a su "necesidad" de modelar sus ideas, de innovar, de investigar y desarrollar los productos, atendiendo tanto a la función como a la calidad estético-simbólica.

El resultado son piezas funcionales de avanzados acabados tecnológicos. Su preferencia son "las formas que transmiten equilibrio, armonía, mínima expresión y fluidez". Por ello traza diseños que "aumentan el confort de la vivienda" y están orientados hacia un "consumidor más exigente y pausado".

"En estos momentos cada producto que salga al mercado debe ser realmente bueno. Ha de estar estudiado en profundidad y ha de tener un valor añadido", advierte Diego. "Si no reúne estas condiciones, difícilmente funcionará", insiste.

Su trayectoria profesional le ha llevado a realizar exposiciones de sus productos en las principales capitales del diseño. De hecho, la multinacional Toyota contactó con él gracias a la exposición Spain Colour, que se celebró en Tokio, como parte de las muestras que organiza el Instituto de Comercio Exterior (Icex). Con la firma de automóviles ha tenido una fructífera relación. "Buscaban un punto de vista diferente de alguien creativo para el aprovechamiento de espacios relacionado con el tiempo libre", recuerda. Y Diego les ofreció una propuesta de cromoterapia aplicada al interior del coche. "Un brazo central desplegaba y regulaba luces cálidas o frías de diferentes intensidades, según el estado de ánimo".

Su reto, "seguir aprendiendo y crecer como diseñador". En ese sentido camina el desarrollo de un "proyecto global" -de estrategia, identidad, dirección de arte y diseño- de una nueva marca llamada Proyecto Beta. "Es un nuevo concepto urbano con tecnología incorporada que espero que dé mucho que hablar en los próximos años", aventura el diseñador valenciano.