Un capitán para dos fuegos

La federación española de tenis nombró ayer a Àlex Corretja como nuevo seleccionador de tenis, durante dos años y a propuesta de Albert Costa, su antecesor en el cargo, ahora nombrado coordinador del tenis español.

Los dos excompañeros de dobles, que lograron el bronce en los Juegos de 2000 y que ese mismo año formaron parte de la selección que logró la primera Copa Davis de España, hicieron algo más que pasarse el testigo. Sentaron las bases para que Corretja afronte desde febrero, cuando debutará como capitán contra Kazajistán, la temporada más complicada de un seleccionador en el siglo XXI: no contará, en principio, con Rafael Nadal ni David Ferrer; deberá convencer a Nicolás Almagro, el número diez mundial, de que les sustituya tras años sin entrar en las convocatorias; vivirá los Juegos de Londres 2012, en los que el tenis español busca sumar medalla por séptima cita olímpica consecutiva; y trabajará sabiendo que la voz de los jugadores ha sido decisiva en un nombramiento con más aristas de las que indica el contrato. Tanto Jordi Arrese como Sergi Bruguera estuvieron en la recámara por si algo se torcía.

La federación le ofreció un año. Firma dos gracias al apoyo de Costa y los tenistas

El ex número dos mundial pregona las virtudes de Almagro desde hace años

Todo empieza con una reunión informal entre Costa y Corretja, de 37 años. El diálogo viene a ser el siguiente.

- "Creo que debes ser el próximo capitán", dice el coordinador. "¿Te interesa?"

- "Yo voy a muerte con este equipo", contesta el nuevo seleccionador.

- "Sabes la situación", le advierte Costa, en referencia a las renuncias de Nadal y Ferrer.

- "Y me siento honrado. Me ilusiona mucho".

Costa obtiene el apoyo de los tenistas. Corretja se reúne con José Luis Escañuela, el presidente de la federación. Ya es de noche. Surge el problema: la federación, escudándose en una tradición que pasa de presidente en presidente, le ofrece un contrato de un año. Escañuela, además, argumenta que su presidencia acaba en 2012, y que no quiere cargar a un hipotético sustituto con un contrato firmado por él, aunque su voluntad, su visión del proyecto con Corretja, sea a más largo plazo. El extenista pide dos años. Recuerda que para ser seleccionador debe renunciar a varios proyectos personales, incluida una exhibición en enero, y que quiere organizar, según fuentes conocedoras de la negociación, "un proyecto de futuro, con tiempo". A nadie se le escapa que 2012, dadas las renuncias de Nadal o Ferrer -estos, sin embargo, se plantean ahora acudir a unas hipotéticas semifinales según los resultados de su curso- será complicado. Costa y los tenistas juegan un papel fundamental para resolver la situación.

El exseleccionador, campeón de dos Ensaladeras en tres años en el cargo, habla con las dos partes. Los jugadores dejan clara su posición: "No parece justo que le ofrezcan solo un año", llega a decir en la intimidad un peso pesado del grupo. "Si esto se arregla para mal, habrá problemas..., aunque Albert seguro que lucha por que el contrato sea de dos años".

Finalmente, el nuevo seleccionador, que fue entrenador del británico Andy Murray hasta mediados de 2011, firma esos dos cursos. "Unir su capacidad técnica y humana a la de nuestros jugadores es, sin duda alguna, un gran paso para el éxito del equipo", explica Escañuela en el comunicado oficial de la federación.

"Es un privilegio capitanear el mejor equipo de jugadores del mundo", le continúa el ex número dos y exmaestro de maestros en referencia a su grupo de tenistas, que hace nada fueron sus compañeros -se retiró en 2005- y que han logrado cinco Copas Davis desde 2000, el mejor balance del siglo XXI. El reto de Corretja es regenerar el grupo. Cuenta con un dato a su favor: Almagro, que parece la piedra angular del nuevo proyecto, no podrá decir que no se siente querido. Corretja lleva más de un lustro alabando su presente y su futuro.