"Camps me dijo: 'Por favor, sácame de esta. Hablaré con tu jefe y no te faltará de nada"
Es el testigo principal en la causa de los trajes. Es la persona que trató con todos los protagonistas de la trama. Los empresarios corruptos le conocían y aconsejaron vestirse en esa tienda a los políticos del PP que supuestamente se corrompieron. Desde entonces, José Tomás, jefe de ventas en Milano y Forever Young, tomó medidas a los dirigentes del PP y encargó los trajes. También supo quién pagaba y se lo contó a la policía, a la Fiscalía Anticorrupción y a distintos jueces. Ayer, entró en la sala y miró a los dos acusados, que desde que estalló el escándalo le acusan de mentir. Tomás perdió su empleo cuando declaró a la Justicia todo lo que sabía.
Fiscalía. ¿Es usted sastre?
Tomás. Yo nunca he dicho que fuera sastre. Le doy todos mis respetos a los sastres, pero yo no soy sastre, aunque he llegado a cortar. Mi profesión no es sastre y jamás he dicho que lo sea. Mi profesión ha sido director de moda desde que tenía 25 años.
Fiscalía. ¿Sabe usted qué se cargaba en sus cuentas Álvaro Pérez?
Tomás. En principio, solo se cargaban prendas de ellos, de Pérez y de Crespo
[miembros de la trama empresarial que dirigía Francisco Correa]. Luego, empezaron a cargar a sus cuentas, primero a Rafael Betoret [jefe de gabinete de la consejería valenciana de Turismo que adjudicó a la empresa de Álvaro Pérez la instalación del pabellón de la Comunidad Valenciana en Fitur por un millón de euros] y a Pedro García [ex director general de la televisión autónoma valenciana que adjudicó a una constructora leonesa, vinculada a la trama corrupta, la instalación de pantallas en la calle durante la visita del Papa]. Después, en la primavera de 2005, comenzó mi relación con Francisco Camps y Ricardo Costa. Personalmente, para mí era un orgullo aunque era mucho trabajo porque tenía que ir a tomarles medidas.
Fiscalía. ¿Puede relatar el procedimiento de encargos en la tienda?
Tomás. El vendedor empezaba a enseñarle telas y, si sabía, les tomaba medidas. Pero el 80% de los clientes pasaba por mí. En las hojas de encargo, lo primero que se ponía era el nombre, sus datos y su teléfono. La inmensa mayoría pagaba cuando hacía el encargo, otros pagaban un porcentaje y había clientes especiales, que no adelantaban dinero sino que sus encargos quedaban como pendientes de pago íntegramente. Todos los pendientes de pago se agrupaban en una misma carpeta. Cuando se saldaba un pago, el cliente tenía un resguardo, la prenda tenía otro tique grapado y el tercero desaparecía de la carpeta de pendientes de pago. En Milano todo estaba muy controlado.
Fiscalía. ¿Quién se ocupaba de la cuenta de Álvaro Pérez?
Tomás. La cajera se encarga de mandar un mensaje a Crespo de lo que se debía.
Fiscalía. ¿Cómo fue su relación con el señor Camps?
Tomás. Camps jamás ha consentido que nadie le hiciera nada sin que estuviera yo. Se le hicieron tres americanas, una azul, otra marrón y otra beige; le estaban muy ajustadas pero le convencimos de que se las pusiera. Camps devolvió los trajes y yo avisé a Pablo Crespo para que no los pagara. De los cuatro trajes devueltos me he acordado siempre. Los trajes de Camps tenían muchas peculiaridades. Después de hacer muchos intentos, dimos con el patronaje.
Fiscalía. ¿Se le enviaban las prendas a Valencia?
Tomás. Sí, a Álvaro Pérez.
Fiscalía. ¿Le mandaban a él las de Camps y Costa?
Tomás. Sí, sí... Yo creo que incluso salieron de la fábrica directamente a Valencia sin pasar por la tienda. Todo lo que se hacían Crespo, Pérez o gente de la Comunidad Valenciana, incluido Pedro García, se consideraba de la Comunidad Valenciana. Bajo el epígrafe Comunidad Valencia se agrupaban los encargos de Camps, Costa, Campos y Betoret.
Fiscalía. ¿Quién hacía los pagos de esas prendas?
Tomás. Crespo [número dos de la trama corrupta]. Álvaro jamás. No sé si no se fiaba de Álvaro Pérez.
Fiscalía. ¿Cómo funcionaban los pagos?
Tomás. Había cuentas con pendientes de pago que se saldaban con talones y cheques, que yo recuerde.
Fiscalía. ¿Recuerda si cuando se fue de Milano quedaban cuentas pendientes?
Tomás. Sí, y llamé a Pablo [Crespo] y le dije que los trajes de Camps se habían quedado en el aire y luego me llamó y me dijo que lo había liquidado (...). Lo único que le importaba a Álvaro Pérez es que yo nunca dijera que los señores a los que les compraba la ropa no la pagaban, que nunca se me escapara.
Fiscalía. ¿Recuerda cuántas prendas encargó Camps en 2007?
Tomás. Cinco o seis trajes mínimo, un esmoquin, un chaleco para un acto en el Vaticano y un frac.
Fiscalía. ¿Tiene alguna enemistad con Camps o Costa?
Tomás. Al contrario, los quería muchísimo.
Acusación particular. ¿Recuerda si usted declaró en la Audiencia Nacional que Camps se pagó sus trajes?
Tomás. Jamás ha pagado el señor Camps delante de mí nada. La última vez que hablé con el señor Camps fue el 8 de febrero de 2009, que me llamó siete veces y estuve hablando con él entre media hora y una hora. Me llegó a decir. "Por favor, sácame de esta. Hablaré con tu jefe y no te va a faltar de nada".
Acusación particular. Esta mañana ha dicho que no tiene ninguna animadversión contra los acusados, que incluso le dolía...
Tomás. Muchísimo.
Acusación particular. ¿Por qué?
Tomás. Porque yo les apreciaba muchísimo.
Defensa de Camps. Usted declaró que Camps ha pagado sus trajes. ¿Cuándo mintió?
Tomás. Jamás ha pagado (...). Jamás ha pagado ni un solo euro ni en Milano ni en Forever. Lo juro por Dios y ante este jurado.
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