La VIU no se ajusta a la norma

Desde 2008 y 2009, el Síndic de Comptes, Rafael Vicente Queralt, trata de esclarecer las cuentas de la Fundación de la Comunidad Valenciana Universidad Internacional de Valencia (FVIU) sin éxito. El informe de la Sindicatura de las cuentas de 2010 refleja que no se han subsanado las "cuestiones relativas a la organización, administración y régimen jurídico de la FVIU". Y, además, subraya que se ha decidido, a propuesta del anterior rector José Sanmartín, "aplazar la toma de decisiones sobre dichos aspectos".

En general, el "balance y la cuenta de resultados de la FVIU no se ajustan a lo contenido en el real decreto" que regulan las fundaciones.

La Generalitat destinó en 2009 un total de 3,3 millones de euros y en 2010 transferencias por un importe de 4,65 millones de euros. Sin embargo, las cuentas fiscalizadas de 2010 "no contienen informes sobre el importe pendiente de pago a proveedores del cierre de ejercicio, que presenta un aplazamiento superior al plazo legal de pago" y suponen casi dos millones de euros. Tampoco incluye el inventario de todos los bienes y derechos que debían formar parte del mismo.

El Síndic insiste en que "no constan los criterios empleados para el registro de los gastos de personal", que han pasado de 507.125 euros en 2008, a 1,2 millones en 2009 y a 2,55 millones en 2010. Lo que supone incrementos por ejercicio de 142,% y del 108% respectivamente.

La opacidad de las cuentas que dejó el exrector Sanmartín tendrá que subsanarlas el actual rector, Juan Manuel Badenas, nombrado en julio de 2011. Aunque será difícil, la otra fundación que dirige Sanmartín, que dependía de la VIU, la Fundación para el Estudio de la Violencia Reina Sofía, planteó en 2010 su "extinción" o "fusión con otra fundación de la Generalitat" por inviable. El Síndic destaca que no ha podido recabar documentación porque "no está accesible ni la sede de la Fundación, ni el personal de contacto".