El club baraja una ampliación de capital
La Junta General, a la que asisten 16 accionistas, reconoce una deuda neta de 200 millones
La Junta General de accionistas del Atlético dejó ayer abierta la posibilidad de realizar una ampliación de capital para "ser más fuertes en el futuro", según explicó el consejero delegado del club y máximo accionista, Miguel Ángel Gil Marín, con el 56% de las papeletas (entre él, su familia y el presidente Enrique Cerezo controlan el 84% de las acciones del Consejo de Administración). El conjunto rojiblanco tiene una deuda neta que, de acuerdo con la versión de Fernando García Abásolo, tercer máximo accionista (5%) y otros minoritarios, era de unos 300 millones de euros. Gil Marín sitúa la cifra entre 180 y 200 millones.
Una vez más, el cónclave recordó por el número de asistentes a una junta de vecinos. Al contrario de lo que sucede en otros clubes, donde la participación es multitudinaria, 16 hombres -para 35 asientos- que representaban a más del 97% del capital social se citaron a las 11.00 en la Sala de Juntas del Calderón. Para poder acceder a un sanedrín tan exclusivo se exigían un mínimo de 2.906 papeletas por cabeza. La cifra no es ni mucho menos casual: representa al uno por mil del capital social -hay casi tres millones de acciones del Atlético-, el máximo legal que permite la Ley de Sociedades de Capital. Un vigilante de seguridad del club escoltó a José Luis Sánchez Ayuso, de Señales de Humo, la plataforma que critica desde hace años la gestión de la directiva del Manzanares, hasta la habitación repleta de trofeos donde esperaban el resto de accionistas. Entre los presentes destacaban Santi Denia y Juanma López, precisamente el representante principal de los intereses de Doyen Group en España (el fondo de inversión mancha la manga del Atlético desde octubre). También estaban, sentados en primera fila, Óscar Gil Marín y Antonio Alonso, que también tienen un puesto en el Consejo. Sentado a la izquierda del consejero delegado, Cerezo presidía la sesión mientras Pablo Jiménez de Parga ejercía de secretario y Jacobo Ollero, el segundo de Parga, cuidaba de que no sucediera nada extraordinario, por ejemplo prohibiendo que se hicieran fotografías.
Las dos horas que duró la reunión dejaron varias novedades, como el nombramiento del gerente Clemente Villaverde, como consejero (será el octavo). "Hay un acuerdo con la Agencia Tributaria para pagarla a razón de 15 millones de euros al año", expuso Gil Marín, que apuntó que 45 millones fueron abonados entre septiembre y octubre a Hacienda, a la que a 30 de junio se debían 215 millones (115 por conceptos varios según el accionista mayoritario, que cobra un millón de euros). A su vez, varios de los accionistas asistentes la situaban en torno a los 150 tras los últimos pagos efectuados.
Pese a las dificultades económicas que atraviesa el club, con unas pérdidas el ejercicio pasado de 5,9 millones y un incremento del pasivo de 65 millones, todas las votaciones contaron con el 99% de los votos presentes y representados, unos 2,8 millones, frente a las 11.000 papeletas con las que contaban los accionistas más críticos. Eso sí, muchos de los que votaron a favor denunciaron a continuación la gestión. "Es la que es, y así le va al Atlético", sentenció Abásolo. "Si tuviesen que votar matar a Manolete lo votarían", dijo Sánchez Ayuso al resto de participantes.
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