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El PP aprueba unos presupuestos que Rajoy tendrá que rescatar

Deudas y falta de ingresos lastran unas cuentas consolidadas dc 14.987 millones

Nunca habían aprobado las Cortes Valencianas unas cuentas tan frágiles como las que anoche salieron adelante gracias a la mayoría absoluta del PP. Las emisiones de deuda de la Generalitat han sido puestas al nivel de bono-basura por las agencias de calificación tras el fracaso de la última emisión de bonos patrióticos, las dificultades para hacer frente a los pagos se han evidenciado por las protestas y la huelga de los farmacéuticos a principios de la semana y el escenario de futuro cumple lo que vaticinó el pasado mes de octubre el consejero de Hacienda y Administración Pública, José Manuel Vela, cuando reconoció a este diario: "Sin la ayuda del Estado no podré pagar nunca".

Pese a los problemas para obtener ingresos, el Consell rebaja impuestos

En efecto, nadie cree que los presupuestos de la Generalitat para 2012 puedan salir adelante sin ayuda, especialmente en lo que se refiere a sus previsiones de ingresos, que incluyen, por ejemplo, cantidades como 650 millones de euros del fondo de competitividad, que este año no ha sido repartido a las comunidades autónomas, y más de 400 millones por la venta de un patrimonio inmobiliario de la Generalitat que ya no se ha podido vender en el ejercicio de 2011.

La ayuda del Estado a la que aludía Vela en octubre va, a estas alturas, más allá de los denominados hispanobonos (la emisión de deuda de la comunidades autónomas avalada por el Estado) y adquiere todos los perfiles de un auténtico rescate. El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, no ha hecho más que insistir en las dificultades que habrá que afrontar en los próximos meses mientras el portavoz parlamentario del PP, Rafael Blasco, se mostraba convencido ayer de que el Gobierno que presidirá Mariano Rajoy dispensará "un trato adecuado a la Comunidad Valenciana", muy alejado de la supuesta discriminación practicada por el socialista Rodríguez Zapatero.

Las cuentas consolidadas de la Generalitat para 2012 (incluyendo el presupuesto de las empresas públicas) ascienden a 14.987 millones de euros (13.754 millones sólo para la Administración de la Generalitat), lo que supone un descenso en relación con 2011 del 6,4%. El problema, como ha destacado la oposición es que la deuda financiera alcanza los 20.000 millones de euros y la deuda a los proveedores se acerca a los 3.000 millones. Los problemas de liquidez para hacer frente a pagos y vencimientos se agravan pese a las medidas de ahorro y los planes de ajuste puestos en marcha por el Consell.

Uno de los debates centrales sobre el presupuesto ha sido el de la política fiscal. La denominada Ley de Acompañamiento incluye para el año que viene la bonificación del impuesto sobre el patrimonio, que el Gobierno de Zapatero reintrodujo para hacer frente a las dificultades generadas por las crisis. La Generalitat renuncia a cobrar ese impuesto pese a que podría suponer una entrada de entre 80 y 100 millones de euros en sus exhaustas arcas. Los populares, pese a la gravedad de la situación, se niegan a subir impuestos. De hecho, el Consell bonifica impuestos por 1.700 millones de euros. El impuesto de sucesiones y donaciones y parte del tramo autonómico del IRPF registran los principales descuentos que aplican los populares valencianos, y de los que alardean pese a las gravísimas dificultades en la obtención de ingresos.

Pero, además, el Gobierno de Fabra trata de salvar los restos de la política de grandes eventos y grandes proyectos. Las cuentas recortan en 1.000 millones las transferencias de la Generalitat al sector público empresarial y de fundaciones, que todavía representa un volumen de 2.500 millones de euros. A los denominados "proyectos estratégicos" se destinan 220 millones de euros. Sin embargo, la política industrial registra recortes.

Así las cosas, en el panorama se dibuja una intervención del Gobierno, un rescate, que Rajoy sólo podrá justificar con unas condiciones durísimas de recorte.

"Una década para reponer la credibilidad"

"La Generalitat está en una situación de quiebra generalizada por impago masivo y, ante esta situación, Fabra sigue ausente". El líder de los socialistas valencianos, Jorge Alarte, fue ayer muy duro con las cuentas del Consell y sus graves problemas económicos. "La situación es tremenda, las cuentas de la Generalitat han sido ya calificadas con carácter unánime a la altura de bono basura, a la altura de Grecia en el momento de la intervención".

Según Alarte, las cuentas de la Generalitat son "catastróficas" y los valencianos están ante un auténtico "estado de excepción". "No hay ni un solo dato económico que se conozca de la Generalitat Valenciana que no nos lleve a esta conclusión", añadió el secretario general del PSPV-PSOE ayer por la mañana en las Cortes.

Ya por la noche, en la explicación de voto, Alarte dijo al jefe del Consell: "Usted ha tomado una dramática decisión, señor Fabra, sobre el futuro de los valencianos y valencianas. Su decisión, no haciendo nada, es que venga el Gobierno de España y nos rescate. ¿Y eso sabe lo que supondrá? Seguramente le salvarán porque, -qué remedio-, si se hunde usted, hunde la reputación de España en toda Europa".

"Así que le salvarán, estoy seguro, ya lo hizo el señor Zapatero con 450 millones de euros", prosiguió el portavoz socialista. "Pero yo le digo una cosa; si usted hace eso y llega a ese nivel de irresponsabilidad, tardaremos una década en reponer nuestra credibilidad como espacio económico, solvente, y hundirá las expectativas de nuestra tierra y de nuestras empresas, porque nadie podrá creer, invertir o confiar, ni en usted ni en los valencianos y valencianas".

En términos no menos duros se expresó el portavoz de la Coalició Compromís, Enric Morera, que habló de "colapso de las finanzas públicas" y consideró "irreales" los presupuestos. Morera propuso suspender el debate de las cuentas autonómicas para aprobar una declaración conjunta que exigiera al Gobierno central la transferencia del fondo de competitividad para hacer frente a "los impagados por culpa del Gobierno insolvente de Fabra".

Para el diputado de Esquerra Unida Ignacio Blanco, los presupuestos aprobados anoche son "irreales, provisionales, antisociales y perfectamente clasistas". El parlamentario hizo un juego de palabras al considerar que más que de "presupuestos" habría que hablar de "pospuestos" porque, en su opinión, las cuentas del Consell "van a servir para pagar lo que ya se debe". Blanco criticó especialmente los 220 millones destinados al apartado de grandes eventos cuando las políticas sociales sufren insuficiencias.

Una opinión completamente distinta sostuvo el portavoz parlamentario del PP, Rafael Blasco, quien dijo de las cuentas que "son austeras, responsables, se ajustan a la crisis económica que atraviesa España y además mantienen y garantizan las políticas sociales". El pleno de las Cortes aprobó los presupuestos a las 20.27 con los votos del PP, que, después de tres días de debate, rechazó las 2.404 enmiendas de la oposición. En el momento de la votación estaba presente el jefe del Consell, Alberto Fabra, y faltaban dos diputados, los populares Francisco Camps y Ricardo Costa, ausentes debido al juicio que se sigue contra ellos en la denominada causa de los trajes del caso Gürtel. También faltaban el consejero de Economía, Enrique Verdeguer, y el de Justicia, Jorge Cabré, que no son diputados.

Algunas cifras

- Previsión de gastos. El presupuesto de la Administración de la Generalitat es de 13.754 millones de euros, 14.988 millones en las cuentas consolidadas, lo que supone un descenso del 6,4%.

- Ingresos. La previsión de ingresos se reduce un 0,9%.

- Inversiones. Descienden un 20%.

- Sanidad. La mayor sección del presupuesto es de 5.492 millones.

- Educación, Formación y Empleo. Esta nueva área, que agrupa las competencias del Servef, tiene 4.637 millones de presupuesto.

- Deuda. El endeudamiento previsto es 1.336 millones y el servicio de la deuda prevé 753,7 millones de euros.

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