La policía de Argentina registra una televisión enfrentada a la presidenta

El Grupo Clarín, antiguo aliado de los Kirchner y devenido enemigo en los últimos tres años, afronta ahora la intervención judicial de una de sus empresas. El juez Walter Bento dispuso ayer que un contable se constituyera como interventor y coadministrador de la operadora de televisión por cable de Clarín, Cablevisión. El magistrado también dispuso que el contable encabezara un registro de las oficinas de Cablevisión. Del operativo, que duró tres horas y apuntó a la requisa de documentos, participaron 50 agentes de la Gendarmería Nacional y las cámaras del canal público de televisión, según informó Clarín en un comunicado.

El juez Bento investiga la denuncia de otro grupo de medios de comunicación, el Vila Manzano, contra Cablevisión por presunta expansión monopolística después de que el Gobierno de Néstor Kirchner aprobara en 2007 la fusión de la antigua operadora de Clarín, Multicanal, con la actual empresa de su grupo. En 2010 el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner anuló aquella operación que se había aprobado tres años antes, pero su decisión fue cuestionada por Clarín en los tribunales.

Cablevisión emitió ayer un comunicado en el que enmarcó la intervención y el allanamiento de la empresa en "una sistemática campaña de hostigamiento" del Gobierno de Fernández contra el Grupo Clarín, el mayor conglomerado de medios de Argentina. El ministro del Interior, Florencio Randazzo, consideró un "disparate" pensar que su Gobierno se encuentre detrás de la acción del juez Bento.

En estos últimos tres años, el Ejecutivo ha impulsado una ley de regulación de los medios audiovisuales que obligará a Clarín a desinvertir en algunas compañías, aunque todavía este capítulo de la norma no ha entrado en vigor porque el grupo perteneciente a Ernestina Herrera de Noble y Héctor Magnetto lo ha bloqueado ante la justicia con recursos de amparo. El Gobierno ha promovido que la Asociación del Fútbol Argentino le quitara los derechos de televisión de la Liga a Clarín y se los diera al canal estatal. También intentó sin éxito quitarle la licencia de operación a la proveedora de Internet del grupo, Fibertel.