Más protección en Guadalquitón
La Junta impide que se urbanice en este alcornocal de alto valor ecológico
El alcornocal del Guadalquitón, un paraje de alto valor ecológico y con la singularidad de ser el único bosque de esta especie en el Mediterráneo español que llega hasta el mismo borde marítimo, quedará definitivamente protegido de cualquier tipo de urbanización en el Plan de Ordenación del Territorio (POT) del Campo de Gibraltar, que recibirá en los próximos días su aprobación última. Con esta decisión política de la Junta, se cierra un largo debate sobre el uso de este codiciado espacio natural colindante con la urbanización de Sotogrande y que, curiosamente, nunca estuvo acogido a ninguna figura de protección especial de las tipificadas en la legislación ambiental y forestal, más que en los 200 metros de servidumbre del espacio marítimo, y en el que el Ayuntamiento de San Roque (Cádiz) llegó a proyectar una urbanización con 2.800 viviendas.
El Ayuntamiento de San Roque ya compensó a los dueños de los suelos
La aprobación definitiva del POT del Campo de Gibraltar compete al Consejo de Gobierno de la Junta, que previsiblemente lo hará en la sesión del próximo martes día 27, e incluirá una ampliación de la zona protegida respecto a la que se contemplaba en el penúltimo trámite, la aprobación de la Comisión de Ordenación del Territorio y Urbanismo de Andalucía (Cotua), que lo hizo el pasado junio.
La consejería de Obras Públicas ha confirmado que finalmente "la zona protegida incluye no solo los terrenos del alcornocal -protegidos desde el primer documento del Plan, sometido a información pública en 2009- sino también todos los suelos limítrofes hasta completar el referido ámbito territorial". En total unos 500.000 metros de superficie delimitados entre la urbanización Sotogrande, el río Guadalquitón, la autovía A-7 y el mar.
El texto aprobado por la Cotua hace seis meses, que modificaba la normativa sobre las Zonas de Interés Territorial (ZIT), sembró algunas dudas sobre la posibilidad de usos urbanísticos en el paraje que rodea la desembocadura del río Guadalquitón, y puso en alerta a colectivos vecinales y ecologistas que reivindican desde hace años la preservación integral de este espacio.
Estos ZIT son una figura creada para el plan de la comarca campogibraltareña, que afecta a siete términos municipales, para identificar espacios que deben ser protegidos del proceso urbanizador. Al mismo tiempo constituyen unas áreas de oportunidad para el desarrollo económico y que por sus condiciones naturales si admitirían ciertos usos hoteleros y limitadamente residenciales, de bajo impacto.
En el término municipal de San Roque el plan dibuja seis espacios de oportunidad con un total de 220 hectáreas para el desarrollo de 1.600 plazas hoteleras, uno de ellos dentro del ámbito del Guadalquitón. Esta cuestión ha sido objeto de varias alegaciones que consideraban insuficiente la figura del ZIT para el valor que tiene el Guadalquitón, pues si bien el espacio deja de tener la consideración de urbanizable que llegó a tener en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de San Roque de 1987, los colectivos aun consideran que es necesaria una mayor protección.
La Consejería de Medio Ambiente en un informe emitido en marzo instó a que Guadalquitón se excluyera de las zonas de oportunidad. "Dicho espacio será protegido en el POT de cualquier desarrollo urbanístico" conminaba.
Medio Ambiente ya impidió la aprobación del plan parcial para el desarrollo de la zona redactado por el Ayuntamiento de San Roque en 2003 que contemplaba la construcción de una urbanización con 2.800 viviendas, y es que el suelo aun era entonces urbanizable.
La promotora, que tenía firmado un convenio con el consistorio, llegó a poner un recurso judicial y, aunque parcialmente el tribunal de lo Contencioso le dio la razón, emplazó a retrotraer el expediente desde el principio, margen de tiempo que permitió que cuando se iniciara la elaboración del POT el suelo dejara de ser urbanizable.
En octubre de 2010 el Ayuntamiento de San Roque ya aceptó que los suelos del Guadalquitón no iban a poder tener desarrollo urbanístico y firmó un nuevo convenio con los propietarios para compensarles sus derechos edificatorios en otra zona del término municipal.
Un estudio coordinado por el catedrático de geografía de la Universidad de Sevilla Leandro del Moral advirtió de las ambigüedades contenidas en el POT acerca de los ZIT porque "utiliza una doble argumentación de protección-activación territorial". En el caso concreto del Guadalquitón consideraba que "mientras por un lado pone de manifiesto los valores del ámbito, reconociendo la importancia de su conservación, por otro promueve el desarrollo urbanístico de este espacio, fomentando principalmente los usos turísticos". El estudio concluía que "los usos que en ella se permiten y la incertidumbre que la rodea en lo que se refiere a las características de las futuras actuaciones (edificabilidad, tipos de accesos, ubicación de áreas recreativas, etc.) ponen en grave riesgo la conservación e integridad de este espacio".
Con la protección que finalmente se le dará, tan sólo será posible, como ocurre en los suelos de sistemas generales, "actuaciones aisladas de interés público y social a las que se les exigen condiciones rigurosas para su implantación como son una adecuada integración en el paisaje, tener una altura inferior a dos plantas, y que se valore previamente si la actuación es compatible con las características naturales y rurales del territorio".
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