Navarro se hace con el PSC y aparta al aparato de Montilla

La nueva ejecutiva del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC), que será elegida hoy en su XII congreso, prescindirá de buena parte de la dirección de José Montilla, hasta ayer líder del partido. Su sucesor, Pere Navarro -aupado con el 73% de los votos-, tiene la intención de visualizar la renovación de los socialistas catalanes dando protagonismo a los alcaldes del área metropolitana de Barcelona. Navarro, alcalde de Terrassa, recibió 545 votos (73%) frente a los 187 (25%) de Joan Ignasi Elena. Hubo 14 votos en blanco. Àngel Ros, el tercer aspirante, se retiró de la pugna. Es la primera vez en la historia del PSC que se elige entre más de un candidato.

El cambio en las formas que pretende representar Navarro se expresará con la celebración de primarias abiertas a no militantes para votar al candidato a presidente de la Generalitat. Por otra parte, la reclamación de que el PSC tenga grupo propio en el Congreso, que defendía el sector catalanista, ha quedado descartada, aunque los socialistas catalanes se arrogan el derecho a desmarcarse del PSOE "en casos excepcionales".

El partido no pedirá grupo parlamentario pero sí desmarcarse en ciertas votaciones

El nuevo núcleo del PSC está formado por dirigentes de entre 40 y 50 años, sin responsabilidades de dirección hasta ahora pero que han revalidado su poder en algunas de las principales alcaldías de Cataluña a pesar de la debacle socialista. Es el caso del propio Pere Navarro, alcalde de Terrassa, así como de Antonio Balmón (Cornellà), Núria Marín (L'Hospitalet de Llobregat), Manuel Bustos (Sabadell) o Josep Mayoral (Granollers).

Falta por ver en qué proporción se concreta esa renovación, pues la configuración de la ejecutiva es un sudoku difícil de cuadrar: ha de conjugar las diferentes almas del PSC, los equilibrios territoriales y la paridad. Uno de los flecos pendientes es la continuidad del exministro de Trabajo Celestino Corbacho. Navarro es partidario de que no repita, pero Corbacho se resiste a irse con uñas y dientes.

Lo que sí se da por seguro es que Montilla, que es senador, no estará en la nueva ejecutiva por deseo propio. Y que el cargo de presidente del PSC se eliminará si el actual, Isidre Molas, mantiene su intención de no repetir.

Navarro ha mantenido una línea continuista con respecto a la relación entre PSC y PSOE que tantos debates ha levantado en los últimos cuatro años. Los delegados aprobaron ayer, por 130 votos a favor y 27 en contra, un texto en el que el PSC renuncia a reclamar grupo propio en el Congreso pero siempre que sus diputados puedan desmarcarse del PSOE "en casos excepcionales relativos a asuntos de especial interés para Cataluña y su autogobierno". En el entorno de Carme Chacón se entiende que esto la favorece con vistas a su eventual intento de hacerse con las riendas del PSOE, porque visualiza un PSC que apuesta por la unidad.