_
_
_
_
_

Alarte dice que Fabra no sabe superar el proyecto "agónico" del PP de Camps

El comité nacional refleja un ambiente de estado de excepción tras la derrota

"Alberto Fabra maneja supuestamente las formas y la imagen. Pero no tiene un proyecto para sustituir este proyecto que agoniza, el de los últimos 16 años del PP de la Comunidad Valenciana". Jorge Alarte aseguró ayer ante el comité nacional del PSPV-PSOE, que la incapacidad de Fabra para plantear una alternativa al modelo de política que sostuvo Francisco Camps ofrece "una oportunidad" a los socialistas.

El líder de los socialistas valencianos señaló que la "severa derrota" en las elecciones generales de noviembre cierra un ciclo que comenzó con la elección de José Luis Rodríguez Zapatero como secretario general y, dentro de él, un ciclo adverso en el que el PSOE "se ha desangrado electoralmente por todos los frentes" al asumir políticas de ajuste frente a la crisis que, entre otras cosas, han llevado a perder "estrepitosamente el discurso del empleo". Alentó a que los que quieran ser candidatos en el próximo congreso federal "vayan a las agrupaciones a explicar sus proyectos" y propuso abrir las puertas de todas esas agrupaciones a los ciudadanos para convertir la organización "en un partido político permeable".

Romeu pidió primarias y Garcés defendió la opción de Mata
Más información
Con el ojo puesto en el congreso federal

"Creo sinceramente que tenemos una oportunidad si nos dirigimos a la gente para explicar nuestras políticas", comentó Alarte, antes de expresar un deseo: "Que la oportunidad de ser útiles y servir a la sociedad valenciana, esta vez desde el Gobierno, no nos pille en la enésima guerra civil interna, ensimismados en lo nuestro y discutiendo de lo menos importante, que es quién se pone en un sitio o en otro".

El informe del secretario general dio pie a un debate en el que tomaron la palabra hasta 28 miembros del comité nacional del PSPV-PSOE. "Que todo el mundo sume y que nadie sobre", dijo Alarte, en referencia al congreso del PSPV-PSOE, formalmente convocado ayer para los días 30 y 31 de marzo y 1 de abril en Alicante, con un procedimiento que reducirá el papel de la estructura provincial a unos congresos de restos, ya que las agrupaciones que tengan más de 40 afiliados elegirán directamente a sus representantes.Las intervenciones en el máximo órgano del PSPV-PSOE entre congresos reflejaron lo que el diputado y alcalde de Morella, Joaquim Puig, definió como "la última puerta a la más absoluta irrelevancia", una especie de estado de excepción. Puig coincidió con Alarte en que los socialistas valencianos no pueden repetir las fórmulas que les han mantenido en la oposición desde hace más de tres lustros. "No será bueno para construir un futuro mejor ni el revisionismo, ni el revanchismo, ni dedicar el debate a echarnos la culpa unos a otros sin aportar análisis, propuestas, ni ideas", había dicho Alarte en su discurso. Puig, por su parte, habló de no reproducir "visiones totalizadoras, incompatibilidades personales e individualismos" y planteó, como referente de un sector que será decisivo de cara al congreso, la necesidad de reforzar el carácter colegiado de los órganos de dirección para reforzar un partido cuyo rol es "cada vez más raquítico".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

El malestar ante la situación se expresó en un debate sobre la forma de concretar en hechos la necesaria renovación y autocrítica. Si dirigentes como el senador y expresidente de la Generalitat Joan Lerma, el diputado Ciprià Ciscar o el diputado autonómico Rafael Rubio plantearon en términos generales los problemas que atraviesa el partido, otros criticaron directamente la política de Alarte y su equipo. Fue el caso de la exconcejal de Valencia Carmina del Río, que calificó de "jerarquizada" la estructura del PSPV-PSOE y planteó que no es posible un cambio de discurso sin un cambio de responsables, o de Elena Puig, de Xeraco, que abogó por el cambio de secretario general. Si la primera suscribió el manifiesto Esperanza Socialista, esta última está alineada con el sector de Francesc Romeu, que se postula como candidato frente a Alarte en el próximo congreso. El propio Romeu intervino para proponer la reconstrucción de "un PSPV-PSOE viejo, obsoleto y anclado en el pasado" y defender que haya primarias "en todos los procesos".

El otro aspirante declarado, Manuel Mata, que hoy presenta su plataforma Esperanza Socialista en la Valldigna, asistió al comité pero no intervino porque no es miembro del organismo. Su opción la defendió públicamente el europarlamentario y dirigente de la corriente Izquierda Socialista Vicent Garcés, que tuvo un cruce dialéctico con el exalcalde de Gandia José Manuel Orengo, quien le recriminó cierta hipocresía en su defensa de la renovación. El diputado autonómico Josep Moreno, por su parte, intervino para advertir de que "ningún secretario general tendrá oportunidad alguna" con un nivel de autoexigencia democrática tan escaso que permita al PP incidir en los procesos internos del PSPV-PSOE. Moreno recordó que, mientras el partido daba la cara contra la corrupción, algunos de sus militantes se dedicaban a criticar a la dirección.

En su intervención final, Alarte se consideró responsable, junto a otros dirigentes autonómicos, de no haber ofrecido más resistencia al giro de la política de Zapatero para hacer frente a la crisis y, ante las críticas de sectarismo de algunos intervinientes, se comprometió a buscar una fórmula en el congreso que "no excluya a nadie".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_