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No habrá pacto de residuos si se aprueba un macrovertedero en Guadassuar

"Quieren cómplices y no negociación, ni consenso, ni pactos. A nosotros que no nos esperen". El diputado socialista Francesc Signes fue ayer muy explícito al denunciar que la Generalitat pretenda pactar el Plan Integral de Residuos (PIR), como planteó la consejera de Infraestructuras, Medio Ambiente y Territorio, Isabel Bonig, a los representantes de los grupos parlamentarios el pasado jueves, mientras el PP se dispone a aprobar esta semana que viene la ubicación de una nueva planta de tratamiento junto a la ya existente en Guadassuar y un macrovertedero en la misma zona.

Signes, que fue alcalde de L'Alcúdia, el municipio más cercano a la planta de Guadassuar (ubicada a 500 metros de la pedanía de Montortal y a tres kilómetros del casco urbano), es también el representante socialista para los temas de residuos. El jueves acudió a la reunión con Bonig y su equipo, en la que les entregaron a los grupos una memoria de síntesis y otros documentos sobre el PIR y se quedó en que el PSPV-PSOE, la Coalició Compromís y Esquerra Unida remitirían a la consejería, tras las vacaciones de Navidad, sus opiniones por escrito.

80.000 toneladas

Sin embargo, el miércoles, solo unas horas antes, se comunicó de manera informal a la oposición, "como algo ya decidido", señaló Signes, que el próximo jueves, 22 de diciembre, la junta del Consorcio de Residuos del Plan Zonal X, XI y XII, correspondiente a la Ribera-Valldigna, aprobará de urgencia la construcción de una planta de tratamiento de residuos no orgánicos con capacidad para 136.000 toneladas anuales junto a la actual planta de residuos orgánicos de Guadassuar. La planta ocuparía una superficie de 14.278 metros cuadrados. Además, se aprobará la construcción, a un kilómetro, en un lugar cerca de la Acequia Real del Júcar, de un macrovertedero de 120.000 metros cuadrados y con capacidad para 2.100.000 metros cúbicos de residuos. Allí irán a parar las 80.000 toneladas anuales de residuos que produce la planta de tratamiento ya existente.

"Había creído, al menos, en un cambio de formas", señaló Signes, "pero mientras nos proponen pactar actúan al margen de la oposición en los consorcios. Si obvian a los grupos políticos, ni el presidente Fabra ni la consejera Bonig van a encontrar a los socialistas".

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