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Cultura planea llevar el Centro Coreográfico al Ágora coruñesa

El "mausoleo" socialista de A Coruña, como lo califica el alcalde, Carlos Negreira, podría ser también la futura sede del Centro Coreográfico Galego. La Consellaría de Cultura, de la que depende el organismo, planea establecerlo en el centro sociocultural Ágora. Tras meses de parálisis, todavía inacabado y funcionando con una dirección provisoria y nunca reconocida por el gobierno municipal, el espacio cuenta desde hace semanas con un gestor oficial. José Luis Rodríguez, exasesor del Museo de Arte Contemporánea Gas Natural-Fenosa (Macuf), trabaja a marchas forzadas para reabrir sus 10.000 metros cuadrados la última semana de enero.

La sede del Centro Coreográfico Galego estaba destinada a fijarse en A Coruña, pero no en el Ágora sino en una parcela del Parque Ofimático y con un edificio propio y de nueva planta. La Xunta disponía incluso de una ayuda económica del Ministerio de Cultura para comenzar las obras. En julio de 2010, consumido el plazo acordado sin que se moviese un solo ladrillo, la Axencia Galega das Industrias Culturais (Agadic) tuvo que devolver, con 70.000 euros de intereses, esa partida de 1,4 millones. Acusaba al gobierno local de no haber certificado a tiempo la cesión de los terrenos.

Compensación por fijar

El traslado del organismo que dirige Mercedes Suárez, según fuentes municipales, podría beneficiar la reapertura del Ágora, en la medida en que reforzaría su estructura de personal y ayudaría a dotar de contenido el auditorio de 530 butacas. Del otro lado, en la Consellaría de Cultura no ocultan que la operación permitiría cerrar definitivamente el expediente del Parque Ofimático, devolver el suelo al Ayuntamiento, ahorrarse lo que habría costado levantar un nuevo edificio y proporcionarle al Centro Coreográfico un espacio en el que esbozar al menos una programación estable.

Tras varias visitas del personal de Cultura al centro durante los últimos meses, queda por definir "el sistema de compensación", es decir, de qué manera se beneficiaría el Ayuntamiento de A Coruña de la cesión de una parte de su espacio. El acuerdo podría ser económico, apuntan en el departamento de Roberto Varela, o simplemente de colaboración. Entre otras cosas, el Centro Coreográfico Galego aportaría sus recursos humanos, en torno a 15 personas entre músicos, técnicos y directivos, y el equipamiento que ahora alberga en una nave en el complejo deportivo de Elviña.

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