El metal reclama al Consell políticas activas similares a las alemanas

El sector del metal apuesta por la flexibilidad laboral para garantizar el futuro de la producción industrial y reivindica a los agentes sociales y a la Administración una política industrial activa, similar a la alemana, que ha permitido a este país ganar en competitividad.

Así lo puso de manifiesto la Federación Empresarial Metalúrgica (Femeval) durante una visita, junto a representantes de la Administración, a la planta que la empresa alemana de tornillería Kamax tiene en Museros (Valencia), para respaldar un acuerdo de flexibilidad laboral que ha supuesto su continuidad y crecimiento.

En un comunicado, Femeval explicó que este acuerdo ha evitado el traslado de la producción de esta planta a otros centros del grupo en Europa y ha incrementado las ventas de la compañía en un 25% en el último año, tras una inversión de más de 3 millones de euros en la mejora de la capacitación del personal y en maquinaria.

La patronal pide más flexibilidad laboral para ganar en competitividad

Asimismo, subrayó que la plantilla ha aumentado este ejercicio en 20 personas, hasta alcanzar los 225 trabajadores, lo que supone un incremento del 10%. La confianza depositada por el grupo alemán en la única planta que posee en España garantiza además un plan de inversiones adicional para 2011-2014 de 20 millones de euros y se prevé la adjudicación del proyecto para suministrar la tornillería mundial para un nuevo modelo de Honda a partir de 2013.

A la visita de ayer a esta factoría acudieron el director general de Industria, Rafael Miró; el alcalde de Museros, José María Aznar; el presidente de Femeval, Vicente Lafuente, y el director del Instituto Tecnológico Metalmecánico (Aimme), Salvador Bresó.

"Kamax es un patrón a seguir para que las empresas del metal se acerquen a un esquema moderno de organización del trabajo, más acorde con lo que hoy en día impera en la industria y demanda el mercado", dijo Lafuente, que incidió en la necesidad de implantar este tipo de sistema que permiten aunar la capacitación técnica, formación y calidad del personal. Pero para ello, "hace falta un esfuerzo de diálogo, negociación y consenso entre trabajadores y empresas para avanzar juntos hacia mejoras en materia de competitividad, productividad y flexibilidad".

Para Lafuente, ejemplos como Kamax reafirman su reivindicación "de exigir una política industrial activa, como se ha hecho en Alemania, coordinada, sustentada en un verdadero diálogo social entre los interlocutores sociales, y entre estos y las Administraciones públicas, que permita ganar en competitividad", señaló el responsable de Femeval.